Este 2024 la cantidad de migrantes que cruzan por la selva del Darién, la peligrosa frontera natural entre Panamá y Colombia, aumentará hasta en un 20 %, después de que el año pasado se registrara la cifra récord de más de 520.000 viajeros, afirmaron este lunes las autoridades panameñas.
“La mala noticia es que ya en lo que va del año llevamos 40.739 personas que han ingresado por el Darién. Lo más probable es que este año haya un número mucho mayor que el número que tuvimos el año pasado”, dijo en una rueda de prensa la directora del Servicio Nacional de Migración, Samira Gozaine.
Gozaine especificó, tras ser preguntada por este asunto, que el incremento de viajeros irregulares por la selva “puede ser de un 20 %, dependiendo de muchos factores que inciden”.
Ejemplificó que el 2023 empezó “a bajar el número de migrantes que ingresaron por factores externos (como que) el puente estaba caído en el área de Necoclí (Colombia) y las fuertes lluvias”.
En lo que va del año, han cruzado 40.739 personas por el Darién, 13.000 más que en el mismo período del año pasado, explicó el director del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront), Jorge Gobea.
“Continuaremos con las deportaciones de este año”
La directora de Migración de Panamá advirtió de que seguirán “haciendo esfuerzos para deportar”, y señaló que el año pasado salieron de país por esa vía legal “más de 300 ciudadanos colombianos, que la mayoría tenían récord criminal (y) estaban ingresando” a Panamá a través del Darién.
“Continuaremos con las deportaciones este año”, alertó la funcionaria.
Panamá advirtió el año pasado que iba a intensificar las deportaciones y las expulsiones de los ciudadanos irregulares que “tengan antecedentes penales”, incumpliendo así con el “perfil humanitario” requerido para que sigan su camino hacia el norte.
Gozaine agregó que continuará “haciendo los exámenes biométricos para asegurar que esa persona que vienen con otras intenciones no se queden dentro de nuestro territorio, no le hagan daño a nuestros nacionales ni a la región a la vez que continuaremos asistiendo de manera humanitaria”, apuntó Gozaine.
Panamá es el único país de América que toma los datos biométricos a los migrantes en unas estaciones en frontera, en las que además ofrece asistencia sanitaria y de alimentación.
Gozaine apuntó además de que algunos migrantes intentan seguir su camino hacia Norteamérica llegando a Panamá a través del Aeropuerto Internacional de Tocumen -el principal del país-, donde tras identificarse que no son turistas son devueltos, y “ahora los están trayendo lamentablemente a través de la selva del Darién”.
El aumento de migrantes por el Darién en su trayecto hacia EE.UU. o Canadá en busca de mejores condiciones de vida ha sido progresivo desde el 2021, llegando a la cifra récord de más de 520.000 el año pasado. Las autoridades panameñas siguen insistiendo en que este es un “negocio” del crimen organizado.
“Panamá sigue enfocada en atender humanitariamente a estas personas pero insistiéndole a la comunidad internacional que este flujo a través del Darién se debe minimizar y contener”, acotó Gozaine.
EFE