El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) ha desarticulado una red de espías rusos que operaba en tres regiones del país cercanas al frente y pasaba información sobre la industria de producción militar ucraniana, que ha sido objetivo de los ataques aéreos rusos en las últimas semanas.
Uno de los miembros del grupo, ha explicado el SBU en un comunicado, era un ingeniero que trabajaba en una compañía del sector de Defensa de la ciudad de Zaporiyia, cerca del frente sureste.
Este agente ruso “filtraba inteligencia al Servicio Federal de Seguridad (FSB) sobre la reparación de material militar” de la empresa, agrega la nota del SBU. El FSB es el principal servicio secreto ruso.
Ante la incertidumbre sobre la continuidad del apoyo militar de sus socios, Ucrania se ha propuesto redoblar la producción propia de material de defensa para reducir su dependencia del exterior.
Otra de las prioridades de Kiev es aumentar sus capacidades para reparar material militar dañado en el frente.
Desde finales de diciembre, Rusia ha lanzado varios ataques aéreos masivos que tenían como principal objetivo la industria de defensa ucraniana. Kiev no ha informado del grado de destrucción en estas infraestructuras provocado por esos ataques.
Otros integrantes del grupo de espionaje desarticulado en Ucrania pasaban información sobre la localización de las tropas ucranianas en los frentes de Zaporiyia y Donetsk (este) y sobre el suministro de vehículos para el Ejército desde la región sureña de Odesa.
En la operación, el SBU ha detenido simultáneamente a cinco espías en estas tres regiones.
Otra de las metas del grupo era localizar almacenes de munición y combustible del Ejército ucraniano para facilitar la información a Rusia, según el SBU. EFE