Guido Sosola: Otra fecha histórica cantada

Guido Sosola: Otra fecha histórica cantada

Guido Sosola @SosolaGuido

Se acerca una fecha histórica que ha de concitar el esfuerzo unitario de la oposición, siendo imposible dejar el 12 de febrero a la entera merced del gobierno. Sobre todo, porque el sector más joven de la población es el que crudamente ha sentido el pavoroso peso de un régimen que le ha conculcado derechos fundamentales, como el de la protesta misma, además de relegarlo a las más lejanas e impensables latitudes.

Creemos muy injusto que olvidemos lo que significó la Batalla de La Victoria en 1814, con el concurso de los seminaristas y universitarios en un triunfo extraordinario, portador de los valores de libertad y republicanismo. Valores actualizados en los consabidos sucesos de febrero de 1928 y también de1936, generando y conduciendo la protesta popular, como en 1958, y que esperan su turno por estos tiempos.

Hablamos de muchachos que arriesgaron sus vidas, acá, y sólo las circunstancias más atroces los forzaron de verdad-verdad a irse del país para luego intentar volver a la menor oportunidad posible. Se arriesgaron ellos, aquí, no la familia que ahora sufre de los mayores peligros en la selva del Darién, suerte de estrecho de Berinj hacia la libertad.





Antes ni después, debe ser el 12, porque el 14 es un día de diferente connotación que únicamente lo veo en “Contigo”, la célebre canción de Sabina y nada más. El 12 es motivo de reflexión y de acción, de la pertinencia de las juventudes políticamente organizadas, del empuje del triunfo electoral de una oposición decidida.

¡Mayor creatividad y determinación, caramba!, porque la lucha por la libertad no significa repetir la historia, sino inventarla con los hechos y escribirla con los sentimientos. Esto se dijo en una reunión celebrada, si mal no recuerdo, en la fuente de soda, piano bar o algo parecido que quedaba al lado de la entrada del parque zoológico de El Pinar, con el que se comunicaba a través de un puente, muy luego ocupada como casa de los guardabosques, ahora, desde hace muchos años, un comando de la Guardia Nacional, por los lados de 905 de El Paraíso.

Hablo de los días iniciales de 1958, cuando el Frente Universitario estaba alerta ante cualquier contragolpe, y llamaron a algunos estudiantes para acercarse a la famosa fuente de soda con el fin de hablar de la fecha patria en cuestión. Éramos más bien mirones, porque acompañamos a tres de los más reconocidos jefes juveniles del momento (Héctor Rodríguez Bauza, José de la Cruz Fuentes y Gumersindo Rodríguez), para escuchar a Rafael Pizani, si la memoria tampoco falla, y uno de los presentes dijo palabras más, palabras menos: “A esto le falta julepe y para defender la libertad hay que inventar la democracia con hechos y sentimientos, porque así se hace y se escribe la historia”.

¡Qué momentazo! Y, salvando las distancias, los muchachos de hoy tienen que hacer lo propio. Un tiempo atrás, en la universidad, por casualidad me fijé en los pies de una jovencita que también tiene la horrible costumbre de tatuarse o rayase el cuerpo, pero ésta vez en el pie derecho tenía escrito ”no importa dónde” – suponemos – andan. No la juzgamos, pero lo que sí debemos afirmar es que a las nuevas generaciones debe importarles su andadura y, la estos días, tiene que ser de firmeza, claridad, arrojo y decisión. Por ello, ¡no se dejen quitar el 12!

@sosolaguido