El Carnaval de Río de Janeiro, la fiesta más emblemática de Brasil, será visitado por unos siete millones de personas, entre turistas nacionales y extranjeros, dejándole una potente inyección monetaria a la economía de la ciudad.
Según datos de la Alcaldía municipal, el Carnaval le dejará a Río de Janeiro unos 5.000 millones de reales (1.020 millones de dólares), resultado del movimiento económico vinculado, directa o indirectamente, a los servicios prestados para la fiesta.
Y es que los visitantes que lleguen a la ciudad en estos días no solo disfrutarán del colorido y la majestuosidad de los desfiles de las escuelas de samba en el sambódromo de la avenida Marquês de Sapucaí.
También irán a bailes populares y se unirán a la rumba incentivada por el ritmo de las ‘marchinhas’ y las batucadas de los más de 450 ‘blocos’, los desfiles y comparsas callejeros que llevarán la fiesta por toda la ciudad.
De acuerdo con Chicão Bulhões, secretario municipal de Desarrollo Económico y Urbano, citado en el informe divulgado por la Alcaldía, solo el sector de servicios abarca un peso de más del 80 % para los ingresos de la ciudad por el carnaval.
Para hidratar y alimentar a los fiesteros, unos 10.000 vendedores ambulantes acreditados estarán distribuidos por toda la ciudad. En total serán 50.000 personas trabajando en alguna actividad relacionada con el carnaval.
Según el ministro de Turismo, Celso Sabino, que participó este viernes en Río de la apertura oficial del carnaval, unos 45 millones de personas disfrutarán del carnaval en todo Brasil.
De ese total se esperan que unos 200.000 sean turistas internacionales que le pueden inyectar al país más de 900 millones de reales (unos 183 millones de dólares).
Las cifras del sambódromo
Durante los seis días de desfiles en el Sambódromo de la Sapucaí, desfilarán 28 Escuelas de Samba, de las cuales 12 serán las del Grupo Especial -las de la más alta categoría- y 16 de la Serie Oro, además de las 17 escuelas infantiles.
Solo las escuelas de samba del Grupo Especial contarán con 36.000 participantes, mientras que las de la Serie Oro llevarán a 27.200.
En total serán más de 60.000 personas desfilando en la gigantesta mole de cemento que año tras año se viste de color y alegría.
Además de quienes participan en los desfiles, otras 20.000 personas, entre guardias de seguridad, aseadores, periodistas, personal de servicio de cafetería y de palcos de lujo, entre otros, para que los espectáculos del sambódromo sean un éxito. EFE