Perú decretó estado de excepción en dos provincias del norte ante el auge de mafias internacionales vinculadas a extorsión y minería ilegal.
La medida por 60 días involucra a Trujillo y Pataz, donde ejercerán poderes militares junto a policías.
El ministro de Defensa Jorge Chávez advirtió que el Estado enfrentará sin titubeos a los grupos. El Premier Otárola justificó la decisión por la violencia relacionada al crimen.
Se ordenó restricciones nocturnas para controlar la inseguridad. Denuncian que las bandas se dedican a sicariatos, extorsiones y ataques.
Por la crisis en Venezuela, tráfico de armas y presencia de pandillas como “Tren de Aragua”, el crimen organizado cambió en el país.
La emergencia busca cortar una ola de muertes y actividades ilegales como la minería, que generan zozobra en la población. El gobierno creó fuerzas de choque ante el alarmante alza de extorsiones.
Con información de AFP