“Sin yeso, sin férulas, sin analgésicos, sólo seguí yendo a trabajar y con el tiempo se curaron solas”, aseguró el neozelandés
El actor ganador del Oscar, Russell Crowe, reveló recientemente en una entrevista para People un incidente que ocurrió durante el rodaje de su película de 2010, Robin Hood, mismo que pasó de ser un pequeño contratiempo a un problema mucho más serio. En un intento por realizar una de sus propias acrobacias, Crowe saltó desde un portón de castillo a un terreno irregular y extremadamente duro, algo que no anticipaba como peligroso hasta el momento justo antes del salto.
Por Infobae
El actor, que actualmente protagoniza el nuevo thriller de acción Land of Bad, describió el momento del salto como uno lleno de tensión, con cientos de extras alrededor, flechas volando y el castillo en llamas, lo que le impidió reconsiderar su decisión. A pesar de su intención de aterrizar en la parte delantera de sus pies para minimizar el impacto, sus talones golpearon primero el suelo, enviando una sensación de “choque eléctrico” a través de su cuerpo. Crowe continuó trabajando bajo estas condiciones, enfrentando dificultades para caminar durante las últimas semanas del rodaje, sin discutir nunca la lesión con la producción ni tomar días libres.
Una década después, Crowe comenzó a experimentar dolores extraños en la parte inferior de sus piernas, lo que lo llevó a consultar a un médico y someterse a una resonancia magnética y radiografías. Sorprendentemente, el doctor inquirió sobre el momento en que se había roto las piernas, revelando fracturas antiguas en ambos huesos de la tibia. Crowe recordó de inmediato el incidente durante la filmación de “Robin Hood”, dándose cuenta de que había terminado la película con ambas piernas fracturadas, sin ningún tipo de tratamiento médico convencional.
“Pensé que no era nada grave. Después de trabajar durante un largo invierno neoyorquino, mi cuerpo echaba de menos el ejercicio y el sol (…) Al parecer, acabé esa película con dos piernas rotas. Todo por el arte. Sin yeso, sin férulas, sin analgésicos, sólo seguí yendo a trabajar y con el tiempo se curaron solas”, aseguró Crowe quien tras protagonizar Robin Hood, se tomó un tiempo para descansar y regresó al cine hasta 2013 para interpretar al padre de Superman en la película Man of Steel de 2013.
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