El asistente para el hemisferio occidental del Departamento de Estado de EE.UU., Brian Nichols, subrayó la intención de negociar de “buena fe” previo a la controversia de la inhabilitación política de Machado. Sin embargo, la realidad ha demostrado que las prioridades del equipo negociador estadounidense, aunque logradas, no han coincidido plenamente con las urgencias de los venezolanos: el restablecimiento de los derechos políticos, humanos y la convocatoria a elecciones presidenciales libres.
La decisión del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela de mantener -sin causa válida o sentencia- la inhabilitación de Machado, pese a las claras violaciones al Acuerdo de Barbados, ha encendido las alarmas sobre la efectividad y sinceridad del proceso de diálogo.
A estas alturas cabe especular cuánto han pesado las consecuencias de este acuerdo no correspondido con «la partida» anunciada para marzo del director principal para el Hemisferio Occidental de la Casa Blanca, Juan González.
La Plataforma Unitaria, aunque presente en las negociaciones, ha sido criticada por su falta de representatividad y legitimidad ante una población que clama por cambios reales y efectivos.
La victoria de María Corina en las primarias del 23 de octubre de 2023, con un apoyo abrumador, desafía el statu quo y pone en evidencia la desconexión entre los acuerdos negociados y las aspiraciones democráticas de los venezolanos.
Su liderazgo, cuestionando abiertamente el proceso de negociación por su falta de garantías hacia una transición democrática, resalta la necesidad de replantear el enfoque y la estrategia de la oposición.
En este escenario, EE.UU. y la comunidad internacional enfrentan un dilema: continuar apoyando un acuerdo que no refleja las demandas de la sociedad venezolana o replantear su estrategia para incluir de manera significativa a voces auténticas de la oposición como María Corina Machado.
La revisión de la política de sanciones por parte de EE.UU., ante la flagrante violación de los términos acordados, señala un posible cambio de rumbo en el apoyo internacional.
Para que el diálogo sobre Venezuela avance hacia una solución genuinamente democrática, es imprescindible que se reconozca y se integre la participación de María Corina Machado con un papel central en las negociaciones.
Solo a través de un enfoque inclusivo y representativo, que respete la voluntad del pueblo venezolano, se podrá avanzar hacia la restauración de la democracia en Venezuela.
La comunidad internacional, liderada por actores como EE.UU., debe recalibrar su apoyo para garantizar que el proceso de diálogo refleje verdaderamente los intereses y las aspiraciones de todos los venezolanos.
Este cambio de enfoque no solo es una cuestión de justicia para con la líder opositora y sus seguidores, sino un imperativo para la legitimidad y el éxito del proceso de negociación.
El caso de María Corina Machado subraya la importancia de que la mesa de diálogo no solo sea más amplia, sino que esté centrada en las voces verdaderamente representativas de los deseos de libertad venezolanos.
Andrés Segovia Moreno es un periodista con experiencia de corresponsal internacional e investigador académico radicado en la ciudad de Washington DC. Fue coordinador regional del partido Vente Venezuela en el estado Trujillo y ha dirigido iniciativas sociales en su natal Valera