El tenista español Carlos Alcaraz dijo este miércoles que jugará el amistoso contra su compatriota Rafael Nadal en Las Vegas y el Masters 1000 de Indian Wells en marzo, debido a que la lesión que lo sacó del Abierto de Rio el martes lo tendrá de baja apenas por “unos días”.
“Me acaban de hacer una resonancia magnética en el tobillo tras la lesión de ayer (…), el diagnóstico es un esguince lateral de grado II. ¡Tengo un esguince que me mantendrá de baja unos días! ¡Nos vemos en Las Vegas e Indian Wells!”, escribió el ibérico, de 20 años, en su cuenta en Instagram.
Alcaraz, número 2 del ranking mundial, prendió las alarmas al torcerse el pie derecho en la disputa del segundo punto del partido que disputó la noche del martes contra el brasileño Thiago Monteiro (117), en la tierra batida del Jockey Club de la ciudad postal de Brasil.
Tras ser vendado y asistido, regresó a la cancha central del principal torneo de tenis de Sudamérica (ATP 500) y ganó el primer game de su estreno en la primera ronda.
Pero en el segundo, después de que Monteiro le quebrara el saque, abandonó la pista cojeando y con muestras de dolor, quedando sin chances de sumar otra corona en el certamen, tras la obtenida en 2022.
Pese a la preocupación que causó su retiro, especialmente en la grada donde estaba su grupo de trabajo, Alcaraz tranquilizó minutos después al decir en una rueda de prensa que los fisioterapeutas le habían dicho que no se trataba de una lesión “seria”.
El abandono aumentó el desabor para el pupilo de Juan Carlos Ferrero en el comienzo de 2024: cayó en cuartos de final del Abierto de Australia en enero y en semifinales del ATP 250 de Buenos Aires el sábado, acumulando siete meses sin ganar un título.
Y llegó en momentos en que el italiano Jannik Sinner, campeón en Australia, se acerca al segundo puesto del escalafón mundial de la ATP.
Tras el diagnóstico, el murciano podrá defender su lugar y el título ganado en 2023 en Indian Wells, que se celebrará del 3 al 17 de marzo.
El 3 de marzo disputará un partido amistoso con Nadal en la ciudad estadounidense de Las Vegas. /AFP