Las autoridades chinas responsabilizaron a 51 personas por el derrumbe del techo de un polideportivo el pasado 24 de julio que causó 11 muertos en la ciudad de Qiqihar, en la provincia nororiental de Heilongjiang, según los resultados de la investigación que se conocieron este miércoles.
Según el Departamento de Gestión de Emergencias de Heilongjiang, el derrumbe se debió a una serie de irregularidades en la construcción y el mantenimiento del edificio, así como a la falta de supervisión y control por parte de las autoridades competentes, recogió este miércoles el diario local The Paper.
La investigación confirmó la hipótesis planteada poco después del siniestro, que aseguraba que los trabajadores de la construcción colocaron ilegalmente un material llamado perlita en el techo del complejo durante las obras de un edificio contiguo.
Debido a las lluvias en los días, la perlita absorbió el agua y aumentó su peso, lo que provocó el derrumbe del techo.
El informe también apunta a la responsabilidad de los contratistas, los supervisores y los funcionarios públicos implicados en el proyecto, que incumplieron las normas de seguridad, falsificaron los documentos, subcontrataron a personal no cualificado y no realizaron las inspecciones necesarias.
De los 51 responsables identificados por el documento, seis permanecen detenidos por la policía, cinco han sido remitidos a la fiscalía, 33 han sido sancionados con medidas disciplinarias dentro del Partido Comunista Chino (PCCh, gobernante) y siete han sido multados o inhabilitados para ejercer su profesión, informó The Paper. EFE