La Liga Alemana de Fútbol (DFL) anunció este miércoles que abandonar el controvertido acuerdo con inversores privados para compartir los derechos de difusión de la Bundesliga a cambio de un aporte de capital para ayudar a la comercialización y la promoción internacional del campeonato.
“Debido a los acontecimientos, no parece posible continuar de manera exitosa con este proceso”, señaló el portavoz del Comité de Dirección de la DFL, Hans-Joachim Watzke, en un comunicado, aludiendo a la campaña de protestas de los hinchas de todo el país en las últimas semanas.
Como forma de boicotear ese acuerdo, los aficionados se habían organizado para arrojar pelotas de tenis, monedas de chocolate y otros objetos al césped, con el objetivo de retrasar o interrumpir los partidos. Los frecuentes parones en el juego y los retrasos preocupaban a los jugadores, que se quejaron del perjuicio ocasionado a su trabajo.
Los 36 clubes profesionales de la primera división (Bundesliga) y la segunda (Bundesliga 2) decidieron en diciembre que se recurría a un inversor, el fondo CVC, para “garantizar un éxito duradero a largo plazo” de su liga profesional.
A cambio del 8% de los futuros derechos de televisión, la DFL debía recibir un importante capital de unos mil millones de euros para ayudar a comercializar y promover la Bundesliga internacionalmente.
La imagen e impacto de la liga alemana está lejos de la de los campeones de Inglaterra o España, a pesar del atractivo de clubes como el Bayern de Múnich y del enorme éxito de público de los estadios alemanes, a menudo llenos.
La decisión de diciembre llegaba tras un primer fracaso de un proyecto similar el pasado mayo.
Las organizaciones y grupos de hinchas se oponían al acuerdo afirmando que el proceso se había visto manchado por falta de transparencia y que conducía a una “sobre comercialización” del deporte.
En el debate estaba si se veía amenazada la llamada ‘regla 50+1’, que exige que los clubes alemanes mantengan al menos el 50% más un voto de los derechos para sus propios miembros, frente a eventuales inversores externos. Con la vigencia de esa norma los clubes mantienen el control de sus propias decisiones y los hinchas temían que fuera un primer paso en contra de ese principio.
“Es un buen día para los aficionados del fútbol alemán”, declaró a SID, filial de la AFP, Thomas Kessen, portavoz de la asociación ‘Our Curve’.
AFP