Una mujer, curiosa con el tema de las monedas peculiares, compartió en sus redes sociales un hallazgo especial: una pieza de 25 centavos con dos caras, una rareza que podría atraer a los coleccionistas, dispuestos a pagar altas sumas de dinero por ella. Este ejemplar de plata, que presenta una imagen clara de George Washington, se destaca por su singular diseño.
Por La Nación
La propietaria de esta moneda de dos caras recurrió a Google en un intento por descubrir si su hallazgo la había convertido en millonaria. Sin embargo, sus esfuerzos de búsqueda no arrojaron una respuesta definitiva, lo que la llevó a buscar la opinión de Eric Miller, un experto en monedas con su cuenta @thecoinchannel.
“¿Alguien puede decirme si puedo dejar mi trabajo ahora?”, preguntó la entusiasmada mujer en el clip. En respuesta, Miller, quien suele resolver las dudas de sus seguidores y abordar casos extraordinarios de monedas sumamente especiales, le contestó algo decepcionante:
“Las monedas de doble cara sí existen y podrían ser muy valiosas, pero es importante distinguir cuáles son verdaderas y cuáles son falsas”, indicó el experto. De acuerdo con su conocimiento, las monedas de doble cara deben pesar lo mismo que una moneda normal, pero la que mostró la mujer en la web se veía más gruesa y, además, tiene una parte decolorada.
En caso de que la moneda hubiera sido original, se habría podido vender en miles de dólares. La casa de subastas Heritage Auctions subastó una moneda de doble cara en US$41.975 debido a su originalidad y rareza. De acuerdo con la descripción de los vendedores, la pieza se encontró en una caja de seguridad de California, alrededor del año 2000. La primera vez que la moneda se ofreció fue a través de Fred Weinberg, quien la vendió por un tratado privado por US$S80.000.
Otro sitio de numismática, The Spruce Crafts, indica las particularidades que debe tener una moneda original de doble cara y explicó que, contrario a lo que se podría pensar, las monedas falsas de dos caras no se fabrican cortando dos monedas y pegándolas, sino que se crea una cavidad en el centro de una de ellas, manteniendo intactos los bordes, y luego se inserta una segunda moneda cortada en medio para que encaje perfectamente. Además, brindó tres recomendaciones para detectar las verdaderas:
-Buscar la textura irregular alrededor del borde de la moneda, que puede verse como una protuberancia o como dos metales de diferentes.
-Buscar un surco continuo muy ligero, entre el campo de la moneda y el borde.
-Colocar la moneda sobre un lápiz o un dedo para ver su equilibrio. Cuando cae al suelo, si predomina un “ruido sordo” o hueco, la moneda es falsa.
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