Asfixia mecánica por broncoaspiración arrojó el resultado de la autopsia practicada a la niña Laraby Palacios, de tan solo 12 años, que murió el mediodía de este miércoles en el río Camurí Grande, en Naiguatá, cuando compartía con su grupo familiar.
Por Vargas Reporta
Se conoció que la pequeña, que además sufría de epilepsia, se introdujo al río luego de ingerir alimentos.
Tras escuchar los gritos de auxilio, la prestadora de servicio Jenny Aponte, que se encontraba en la zona por una reunión de los trabajadores del río, corrió a asistir a la niña, que fue llevada al hospital de emergencias Naiguatá, donde ingresó sin signos vitales.
“Su mamá, que es doctora, dijo que la niña había comido pan y que se le había quedado atorado. También contó que la niña convulsionaba desde pequeña”, expresó.