Cuando en octubre de 1992 el canal venezolano RCTV estrenó en sus tardes la telenovela “Kassandra”, el éxito fue inmediato.
Por BBC News Mundo
La historia de una joven que había sido intercambiada cuando era bebé y entregada a una familia gitana pobre y nómada que vivía en un circo, que a los 18 años regresa a su pueblo natal, donde vive su familia original millonaria, y descubre su verdadera historia, cautivó a los venezolanos con sus 150 capítulos.
Era la década de 1990 y la moda de las telenovelas llegaba a todo el mundo.
Aquellas melodramáticas ficciones latinoamericanas, con sus exageradas historias de amor, desamor y el sueño de pasar de la pobreza a la riqueza, fueron un fenómeno global.
Antonio Páez era el vicepresidente ejecutivo de Coral Pictures, subsidiaria de RCTV en Caracas y Miami, y distribuidora mundial de sus telenovelas.
“Todas las novelas de esa época eran muy populares y, de hecho, abrí varios mercados como el chino o el ruso. Después las novelas fueron muy populares, por ejemplo, en Israel. Éramos populares en todo el mundo”, le dijo Páez a la BBC.
“Kassandra” se vendió a países como Estados Unidos, Rumanía, Grecia, Italia o Rusia y, también, a los integrantes de la antigua Yugoslavia.
En 1997, “Kassandra” tenía en vilo a los habitantes de la República Srpska, la entidad que junto con la Federación de Bosnia y Herzegovina conforma el país europeo de Bosnia y Herzegovina.
Esa región venía de años de guerra y convulsiones en lo político y social, y el conflicto todavía no estaba resuelto.
“Fue una época muy tumultuosa y, de hecho, descubrí que esta novela paralizaba toda esa zona”, relató Páez.
“Independientemente de lo que la gente estuviera viviendo, al menos por una hora podían desconectarse de la dura, cruel y sangrienta realidad que estaban viviendo para sumergirse en la historia de amor de Kassandra”, afirmó por su parte la protagonista de la telenovela.
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