El volumen de desechos en el mundo, que alcanzó los 2.300 millones de toneladas en 2023, seguirá creciendo de manera exponencial, hasta los 3.800 millones a mediados de siglo, advirtió el miércoles la ONU.
La crisis será aún más grave en países donde los métodos de tratamiento siguen siendo contaminantes: vertederos (contaminación del suelo, emisiones de contaminantes y gases de efecto invernadero como el metano), incineración sin recuperación…
Se estima que su costo directo e indirecto casi se duplicará, hasta los 640.000 millones de dólares anuales para 2050, según este nuevo informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), presentado a la vez como una “guía y un llamado a la acción”.
En 2020, el costo directo del tratamiento de residuos se estimaba en 252.000 millones de dólares (361.000 millones si se incluyen los costos indirectos relacionados con la contaminación generada por instalaciones o métodos de gestión inadecuados).
Por ello es “urgente” iniciar una “reducción drástica de los desechos” e invertir en la economía circular, instó la ONU durante la 6ª sesión de la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, que se celebra esta semana en Nairobi.
Mantener los desechos “bajo control“, especialmente a través de mejores métodos de tratamiento, podría limitar su costo neto anual a 270.000 millones para 2050.
Pero es posible ir más allá, orientándose hacia una verdadera economía circular, mejores prácticas industriales y una gestión completa de los residuos, todo lo cual incluso podría generar un beneficio neto de más de 100.000 millones de dólares al año, argumenta el informe titulado “Transformar los desechos en recursos”.
“Muchas economías en crecimiento rápido están luchando bajo el creciente peso de los desechos”, afirma la directora del PNUMA, Inger Andersen, quien destaca “el papel clave” de los actores públicos y privados que pueden encontrar “oportunidades para crear sociedades más sostenibles”.
AFP