La trama que expone cómo los norcoreanos son utilizados como esclavos modernos en las plantas de procesamiento de pescado de China

La trama que expone cómo los norcoreanos son utilizados como esclavos modernos en las plantas de procesamiento de pescado de China

La trama que expone cómo los norcoreanos son utilizados como esclavos modernos en las plantas de procesamiento de pescado de China. (REUTERS/Thomas Peter)

 

Dandong, una ciudad china fronteriza con Corea del Norte, es uno de los focos de atención de organizaciones de derechos humanos por las denuncias de explotación laboral que de allí han surgido. En ese sitio, según quedó constatado en un informe elaborado por The Outlaw Ocean Project, cientos de trabajadores norcoreanos son obligados a realizar tareas en condiciones de obra forzosa en plantas de procesamiento de mariscos.

Por infobae.com





Me trataron como a un subhumano”, dijo una de las víctimas que enumeró las clases de abusos a las que son sometidos a diario: jornadas laborales extenuantes, violencia física y sexual y confinamiento en dormitorios bajo llave.

Esta problemática, sin embargo, no es una novedad. Ya en 2017, la ONU impuso sanciones sobre las autoridades locales y compañías como Donggang Jinhui FoodstuffDandong Yuanyi Refined Seafoods y Donggang Haimeng Foodstuff, en un intento por prohibir estas prácticas de mano de obra forzosa. No obstante, estas acciones han dado poco resultado ya que no sólo se continúa con el uso de estos esquemas sino que, además, las empresas y las propias economías de China y Corea del Norte resultan beneficiadas con grandes ganancias, repercutiendo en la cadena de suministro mundial.

A pesar de sus esfuerzos por negar las denuncias y asegurar el cumplimiento de las sanciones internacionales, los eventos corporativos de estas compañías, alardeando de su prosperidad y mostrando abiertamente insignias norcoreanas, lo desmienten. Esta discrepancia evidencia una red sistemática y secreta que beneficia directamente a los altos mandos del régimen norcoreano, quienes, según estimaciones expuestas en el trabajo de The Outlaw Ocean Project, podrían estar generando hasta 2.300 millones de dólares al año a través de este esquema laboral.

Un estudio realizado sobre la ciudad de Dandong, en la frontera con Corea del Norte, dejó en evidencia el trabajo forzado al que son sometidos los ciudadanos de Pyongyang que llegan bajo promesas de buenos salarios y trabajos decentes. (REUTERS/Aly Song)

 

La condición de los trabajadores norcoreanos en China representa no sólo una grave violación a los derechos humanos sino también una compleja problemática geopolítica. El régimen de Beijing ha restringido el contacto y el acercamiento a estos trabajadores, amenazando con severas consecuencias bajo leyes de anti-espionaje para quienes intenten documentar o interactuar con esta población vulnerable.

Mientras, los productos de mar procesados en estos sitios encuentran su camino hacia mercados globales, llegando incluso a cadenas de supermercados y restaurantes en Estados Unidos. Walmart y McDonald ‘s son algunas de las empresas que, directa o indirectamente, estarían vinculadas a esta cadena de suministro, aunque muchas nieguen tener conocimiento o evidencia de la participación de mano de obra norcoreana forzada en sus productos.

Este tipo de compañías llevan importadas sólo en Estados Unidos más de 120.000 toneladas de mariscos, provenientes de plantas de procesamiento que aparentemente utilizan mano de obra norcoreana, incumpliendo así las leyes estadounidenses que prohíben la importación de bienes fabricados con trabajo de Corea del Norte.

Los servicios de inteligencia han identificado que, desde el 2017, diez plantas han enviado estos mariscos a más de setenta importadores estadounidenses, abasteciendo a gigantes del retail como Walmart, Giant, ShopRite y el supermercado en línea Weee!, además de cadenas de restaurantes de renombre como McDonald ‘s.

Dandong, una ciudad china fronteriza con Corea del Norte, es uno de los focos de atención de organizaciones de derechos humanos por las denuncias de explotación laboral. (REUTERS/Ann Wang)

 

Aún más alarmante es que estos productos también han sido suministrados a Sysco, el mayor distribuidor de alimentos del mundo, lo cual implica una llegada a cafeterías de bases militares estadounidenses, escuelas públicas y hasta al Congreso de los Estados Unidos.

Varias empresas, incluidas Giant, cuya compañía matriz es Ahold Delhaize, y ShopRite, de Wakefern, han declarado que sus proveedores aseguran no obtener productos de estas plantas chinas, y que los informes de auditoría no mostraron evidencia de trabajo forzado.

Este sistema de transferencia de mano de obra es tan económicamente exitoso para Corea del Norte y China como moralmente reprobable”, declaró Breuker, de la Universidad de Leiden, destacando el paradójico beneficio que obtiene Occidente de esta situación debido a los bajos precios de estos productos.

La persistencia de estas prácticas, a pesar de las sanciones y protestas internacionales, pone de manifiesto la complejidad y las lagunas existentes en el cumplimiento y fiscalización de las leyes internacionales laborales y de derechos humanos. Las revelaciones de los trabajadores norcoreanos, además de ser un llamado urgente a la consciencia global, requieren una respuesta coordinada y firme de la comunidad internacional para erradicar esta forma moderna de esclavitud.

Si bien algunas empresas han iniciado sus propias investigaciones y prometido cortar lazos con las plantas involucradas, aún no se han visto resultados de tales anuncios ni medidas concretas al respecto.

Según quedó expuesto en la publicación de The Outlaw Ocean Project, las trabajadoras encontradas en plantas de Donggang Xinxin Foodstuff y Donggang Haimeng Foodstuff, operan bajo estricta vigilancia, con la presencia de simbología norcoreana y en condiciones que llaman la atención por su rigidez y sistema de selección. “[Ellas] trabajan duro”, mencionó un gerente de Haimeng mientras la empresa evitó dar comentarios al ser contactada.

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