Apple le puso punto final al ambicioso y costoso proyecto de tener su propio vehículo eléctrico. La noticia se conoció esta semana, luego de que la agencia Bloomberg accediera a un comunicado interno de la compañía.
Por Clarín
El gigante tecnológico llevaba una década trabajando el desarrollo del Proyecto Titán (así se conocía internamente) para el cuál desembolsó más de 10.000 millones de dólares, según publicó The New York Times.
Los encargados de anunciar la medida a los 2.000 empleados que integran el equipo de automoción fueron el director de operaciones de Apple, Jeff Williams, y el vicepresidente a cargo del proyecto, Kevin Lynch.
Parte del personal que formó parte del proyecto de vehículo eléctrico pasará a trabajar para el equipo encargado de inteligencia artificial (IA) generativa -una prioridad cada vez más clave para la empresa- y otra parte, cuyo número se desconoce, será despedida, según Bloomberg.
A lo largo de su desarrollo, el Proyecto Titán fue desechado y reiniciado varias veces. Comenzó como un vehículo eléctrico que competiría contra Tesla, luego se transformó en un auto autónomo para rivalizar con el Waymo de Google. Y también fue los dos.
La cancelación definitiva del proyecto fue testimonio de la forma en la que Apple batalló por desarrollar nuevos productos tras la muerte de Steve Jobs en 2011. Fue liderado por cuatro directores diferentes y tuvo un sinfín de contrataciones (también despedidos) de ingenieros de automotrices.
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