Los bomberos que se apresuran a sofocar el incendio más grande en la historia de Texas podrían tener su mejor oportunidad en días para contener las llamas mientras un frente frío llega a la región este lunes, donde el aire caliente y los vientos furiosos han alimentado los infiernos, reduciendo vecindarios enteros a escombros e infligiendo heridas desgarradoras sobre el ganado.
Por CNN
Se espera que la afluencia de temperaturas más frías y vientos moderados llegue este lunes por la mañana y dure hasta este martes, dando a los bomberos un respiro de las condiciones críticas de riesgo de incendio que ayudaron a la propagación explosiva de los incendios forestales sobre el Panhandle de Texas.
Desde que se inició el lunes pasado, el voraz incendio de Smokehouse Creek ha incinerado más de 404.000 hectáreas del Panhandle de Texas y todavía está contenido solo en un 15%. El incendio ha matado al menos a dos personas y ha llegado a Oklahoma, donde han quemado más de 12.000 hectáreas.
Cinco incendios que arrasan el Panhandle quemaron hasta 500 hogares y negocios, dijeron funcionarios estatales. Un nuevo incendio, el incendio Roughneck, se inició en el condado de Hutchinson este domingo y generó evacuaciones allí mientras las cuadrillas se apresuraban para llevar recursos al área.
Los socorristas esperaban que después del grave riesgo de incendio del fin de semana, la mejora de las condiciones en los próximos días les permitiera acercarse un poco más a contener los incendios, dijo a CNN este sábado Jason Nedlo, portavoz del Servicio Forestal de Texas A&M.
Pero hasta ahora los incendios han prosperado gracias a una gran cantidad de combustible, incluidos mantos de pasto cultivados después de unas precipitaciones superiores a la media este invierno.
“Hay mucho combustible en el suelo”, dijo Nedlo. “Cuando a los altos niveles de carga de combustible se suman fuertes vientos y baja humedad, es cuando se obtienen las condiciones propicias para grandes incendios forestales de rápida combustión”.
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