A pesar de dar con el cuerpo del teniente (R) Ronald Ojeda, y con uno de los primeros sospechosos del crimen, las dudas persisten entre investigadores y autoridades. Es que, según aseguran fuentes del caso, la motivación original del secuestro y homicidio del exuniformado venezolano sigue siendo la principal interrogante de la indagatoria.
Por: La Tercera
Fue el viernes 1 de marzo que la investigación dio su primer resultado, tras nueve días de búsqueda. La PDI identificó el lugar donde estaba enterrado el cuerpo de Ojeda, y horas más tarde la Fiscalía chilena ya tenía en frente al primer imputado en el caso que comenzó el 21 de febrero, cuando Ojeda fue raptado desde su departamento en Independencia, a las 3.15 de la madrugada.
Lo primero que surgió fue el dato de dónde estaba el cuerpo de Ojeda. Los detectives recibieron un llamado anónimo que decía que en el campamento Vicente Reyes de Maipú, ubicado en Camino a Melipilla y Avenida Pajaritos, había movimientos y ruidos poco habituales, atribuibles a movimientos de carga.
Por lo mismo, las policías concurrieron hasta el lugar, donde habitan en su mayoría familias haitianas, colombianas y venezolanas. Es más, en una querella presentada por la Municipalidad de Maipú, en marzo del 2022, en medio de un conflicto judicial contra un grupo de extranjeros que vendía terrenos ilegales en el sector, señalaban que “el municipio de Maipú pudo advertir que tal asentamiento se compone de un 90% de personas inmigrantes, que pueden ocupar un sitio tras el pago de $500.000 a personas también extranjeras que residirían en el campamento Vicente Reyes. Como es de suponer, dichas construcciones carecen de acceso a agua potable, alcantarillado y demás servicios básicos, y se ubican en un área no edificable por su inmediata proximidad a rutas de alta velocidad y, además, por existir actividades industriales autorizadas relacionadas con el gas y el petróleo”.
Fue hasta ese lugar que llegó la PDI en busca de las primeras pistas que podían ayudar a resolver una parte importante del caso. En el lugar, los policías se encontraron con una mediagua, donde se advirtió que en el piso había un improvisado piso radier de cemento.
El piso tuvo que ser removido, hasta excavar 1,4 metros. Fue en ese punto que dieron con una maleta, la que en su interior guardaba el cuerpo del teniente (R) Ojeda, el cual tuvo que ser retirado en una retroexcavadora.
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