Lauren Wasser creyó que estaba sufriendo de gripe cuando decidió abandonar prematuramente la fiesta de cumpleaños de una amiga debido a su malestar. Era octubre de 2012, tenía 24 años y estaba disfrutando de una próspera carrera como modelo en Los Ángeles. Nunca relacionó la alta fiebre que repentinamente desarrolló con el hecho de que estaba menstruando y usando un tampón, por lo que no buscó la atención médica urgente que realmente necesitaba.
Por Semana
Al día siguiente, la Policía la encontró inconsciente en su apartamento, con una temperatura corporal de más de 42 grados Celsius y cubierta de sus propias heces y vómito, como ella misma describió en un artículo para la revista InStyle.
Hoy, en su cuenta de Twitter, bajo el alias de “la musa imposible” (The Impossible Muse), se presenta como “sobreviviente del Síndrome de Shock Tóxico, activista, amputada y modelo”. A los 29 años, después de superar una profunda depresión que la mantuvo en silencio durante mucho tiempo, siente que puede compartir su experiencia para concienciar a otras mujeres sobre los riesgos potenciales de usar tampones.
El síndrome le cambió la vida súbitamente, ya que terminó perdiendo ambas piernas por la peligrosa infección que sufrió. “Cuando me desperté del coma inducido en esa habitación del hospital de Santa Mónica, a principios de octubre de 2012, con un dolor insoportable, no era solo que estaba irreconocible: me habían despojado de toda mi identidad, de la belleza y cuerpo que, pensaba entonces, me había hecho ser yo”, dijo a Vogue.
Así mismo, contó que, durante la peor etapa de la enfermedad, estuvo a punto de morir y solo un milagro podía salvarla, lo cual con mucho esfuerzo logró, no sin pasar por un momento en el que vio la muerte muy de cerca. “Todos mis órganos estaban fallando, mi presión sanguínea era inestable, sufrí un ataque al corazón, la fiebre estaba descontrolada y estaba conectada a una máquina de soporte de vida“, narró la modelo a la BBC.
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