La Armada de Colombia rescató a 17 migrantes de Irán, Rumanía y Venezuela que navegaban en una embarcación a 33 kilómetros de la isla caribeña de San Andrés y detuvo a los dos tripulantes que la llevaban, informó la institución este jueves.
En la motonave se encontraban también tres menores de edad, que junto a las otras 14 personas fueron atendidas para comprobar su estado de salud y puestas a disposición de las autoridades competentes para garantizar sus derechos.
La barcaza, tipo langostera, fue interceptada por el Sistema Integrado de Control de Tráfico y Vigilancia Marítima de la Dirección General Marítima (DIMAR) a 18 millas náuticas (33 kilómetros) al noroeste de la isla de San Andrés, en el Caribe colombiano mientras navegaban rumbo a Centroamérica.
El comandante de la estación de guardacostas de la isla de San Andrés, el capitán de fragata Guillermo Lozano, destacó la labor de la Unidad de Reacción Rápida (URR) de la estación de guardacostas por lograr “salvaguardar la vida de los 17 migrantes” que eran transportadas en una lancha que no cumplía las condiciones mínimas de seguridad para hacerse al mar.
Los dos tripulantes que manejaban la lancha fueron capturados y entregados a las autoridades de la Policía Nacional por el presunto delito de tráfico de migrantes.
La Armada recordó a la comunidad tener cuidado con las redes de tráfico de personas que, además de obtener dinero de manera ilícita, “arriesgan la vida de las personas al no contar con las condiciones mínimas de seguridad para navegar de forma segura”.
La ruta migratoria por el archipiélago de San Andrés se ha activado en el último año debido al gran número de personas que cruzan por la selva del Darién, que separa a Colombia de Panamá, que el año pasado superó las 520.000 personas, y la peligrosidad de la travesía por esta densa y montañosa selva.
Por ello, ha aumentado la cantidad de personas que intentan llegar desde las islas colombianas a los siete países centroamericanos que comparten costas en un aumento también del tráfico de migrantes.
Los migrantes llegan a las islas como turistas, con toda la documentación legal y tiquetes aéreos, pero luego abordan embarcaciones que pueden ser peligrosas y se ponen en manos de traficantes. EFE