La Fiscalía de Roma incluyó como sospechoso al presidente de la Federación Italiana de Fútbol (FIGC), Gabriele Gravina, por presuntos delitos de blanqueo y malversación cometidos desde 2018.
La investigación controla la adjudicación de derechos televisivos de la Serie C, una venta millonaria de libros antiguos y la adquisición de un departamento en Milán.
Gravina acudió de forma voluntaria a declarar durante más de una hora para aclarar la situación. Fue registrado como investigado antes de su interrogatorio.
Se indagan tres operaciones con el fin de establecer un posible flujo financiero irregular. La compra inmobiliaria es clave por cuestión de competencias.
El caso nace de un agente de la Guardia de Finanzas que accedió de forma irregular a datos de políticos y famosos. Mientras, las autoridades romanas y peruginas aún no pactan reuniones.
De esta forma, la FIGC queda inmersa en una investigación que busca esclarecer el accionar de su máximo directivo ante signos de administración ilícita de capitales.
Con información de EFE