Luego del anuncio del cronograma electoral que hizo el Consejo Nacional Electoral (CNE) esta semana, el país se aviva en utilizar el arma personal de cambio, que es el voto y la organización ciudadana. Así como logramos sortear todos los obstáculos, algunos en su momento vistos como insalvables en el proceso de la elección primaria, se logró realizar un evento ciudadano histórico, a pesar de que no había medios suficientes de información, los lugares de votación eran distintos a las escuelas que nosotros hemos empleado en anteriores comicios, no eran las escuelas de siempre, con la gasolina más cara del mundo, que hizo cuesta arriba la movilización, sin la facilitación del CNE y menos mal, pues no es un secreto para nadie que los poderes usurpados son utilizados por el sistema gobernante como instrumentos de tortura, asesinato, persecución judicial o para convertir a los eventos electorales en carreras de obstáculos, a fin de obstruir los derechos naturales, los derechos humanos y en este caso los derechos políticos y electorales de los venezolanos.
El ciudadano venezolano ya conoce la naturaleza del sistema y sabemos como contrarrestarla, como enfrentarla. En un atropellado cronograma electoral, donde colocan comprimidas ataduras, como apenas un mes para que un gentío, en su mayoría nuestros jóvenes, se inscriban por primra vez en el registro electoral, así como aquellos que han intentado actualizar sus datos con el cambio de residencia y, por otro lado, está el apretado sistema mismo de inscripción de los candidatos para la elección presidencial. Todo esto es una realidad y para ser honestos no esperabamos otra cosa. Pero ante lo expuesto y mucho más, la gran realidad es que el cambio político en Venezuela se sellará el 28 de julio de este 2024, para colocar el punto final a 25 años de la barbarie del corrupto socialismo del siglo XXI.
Esa realidad tiene una base ciudadana, social y política de gigantescas proporciones. Por un lado, tenemos la red de los 600K, que se traduce en el mecanismo para la defensa del voto de manera integral y, por otro, la Gran Alinza Nacional (GANA), que es el procedimiento para la articulación de todos los sectores. Y no podemos pasar por alto a los Comanditos por Venezuela, que ha emponderado y vinculado al ciudadano en la materia política, algo que le corresponde. En este último aspecto recuerdo las palabras de Dwight Eisenhower, exPresidente de los Estados Unidos y Comandante Supremo de las Fuerzas Aliadas en la Segunda Guerra Mundial, quien lideró la Operación Overlord, la invasión militar anfibia a Europa en las playas de Normandia, Francia, que coronó en el Día D, el 6 de junio de 1944. Dijo Eisenhower en una ocasión: “La política debería ser la profesión a tiempo parcial de cada ciudadano”. Y eso, precisamente, es lo que están haciendo los venezolanos con la constitución de los comanditos en todo el país, participando en un proceso político como preparación a nuestro Día D por la libertad y la democracia de nuestro país.
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Las próximas semanas son determinantes y tenemos que estar muy pendientes. Algunas recomendaciones: mantener el voto de confianza dado a nuestra candidata el pasado 22 de octubre, fecha que nos dejó múltiples enseñanzas, una de ellas es que el ciudadano asumió en primera persona el reto y confío en María Corina Machado, con una intensidad del 92%. No hay antecedentes históricos en Venezuela de esa altísima votación. Ello genera un régimen de confianza propia del momento. Y en la actualidad se requiere mucha confianza.
María Corina Machado insiste en todos los rincones del país que la única vía de cambio es la electoral y también insiste en que es una lucha del bien contra el mal. Ella ha señalado que a pesar de todo, vendrá el cambio político. Entonces, el primer punto es el voto de confianza. En segundo lugar, preservar el liderazgo, esto significa que la que tiene la capacidad de movilización ciudadana y el verbo para organizar y orientar a los venezolanos, a fin de provocar el cambio político, es nuestra candidata María Corina Machado y así las organizaciones políticas y el país lo han asumido. Eso hay que preservarlo. En tercer lugar, seguir denunciando que Nicolás Maduro no ha cumplido el acuerdo de Barbados y trata de hacer ver lo contrario, sin asidero alguno. El punto número cuatro tiene que ver con estar muy atentos con los aparentes aliados, porque hacen más daño que el propio Nicolás Maduro y su entorno, porque provocan la duda y eso es muy pernicioso. Ahorita es el momento de la certeza.
Y quinto, promover el voto y la inscripción en el registro electoral de los nuevos electores y a coadyuvar a que puedan movilizarse a las sedes del CNE en todas las regiones. La unión en ello es fundamental.
Estamos cada día más cerca de la gran realidad, que es el cambio político en Venezuela de la mano de María Corina Machado.
Dr. Rafael Veloz García, diputado a la Asamblea Nacional y al Parlasur electo en 2015; expresidente de la Federación Interamericana de Abogados (FIA); miembro de la dirección nacional de Voluntad Popular, VP.