Lo que en años anteriores fue una zona comercial de mucha actividad, ha quedado convertido en la actualidad en un pueblo fantasma. En el pueblo de La Toscana ubicado en el municipio Piar al norte del estado Monagas, son contados los negocios que permanecen abiertos sobreviviendo a la crisis.
Corresponsalía lapatilla.com
Desde la pandemia por el covid-19, muchos de los negocios de esta población no volvieron a abrir y otros aunque lo intentaron, cerraron al poco tiempo debido a la situación económica. Aunado a ello, se le suman los costos de los impuestos y patentes que deben cancelar a la alcaldía que hacen cuesta arriba mantenerse abiertos.
Jhonellys Musioti quien es empleada de una tienda de repuestos, contó que desde el 2022 ha visto cerrar muchos establecimientos, algunos al no poderse recuperar por la crisis de la pandemia, otros por el mal manejo de la economía por parte del chavismo. En el caso del local donde labora, afirma que son muy bajas las ventas por lo que evidentemente las ganancias son pocas.
“Afortunadamente el local es propio y no tiene que pagar alquiler porque si no el gasto sería mucho mayor. Haciendo un cálculo, aproximadamente el 70% de los negocios que habían en La Toscana han cerrado y aunque algunos han reabierto, otros han vuelto a cerrar porque no pueden mantenerse, así cambien de rubro”, manifestó Musioti.
Agregó que muchas de esas personas que quedaron desempleadas han tenido que dedicarse a la economía informal como vender chucherías, helados, tetas, entre otras cosas. Otros han optado por instalar mesas a orillas de la carretera y ofrecer diferentes rubros como casabe y maní.
Indicó que a pesar de ser un pueblo agrícola, sus habitantes no pueden emplearse en la siembra, ya que es algo que tampoco genera muchos beneficios.