Operación morrocoy. Eso es lo que vienen aplicando en las últimas dos semanas en el único punto de registro electoral habilitado en Táchira, con una sola máquina dispuesta para la atención de 400.000 jóvenes del Táchira más el número de personas que acude a realizar cambios de residencia.
Anggy Polanco // Corresponsal lapatilla.com
El propósito es generar cansancio y frustración entre los nuevos electores que, en medio de la apatía de algunos, acuden a inscribirse ante el Consejo Nacional Electoral para poder ejercer su derecho al voto en las venideras elecciones presidenciales.
Las personas que están acudiendo a San Cristóbal desde diversos municipios de la entidad, costeando sus propios gastos, son sometidos a largas horas de espera, bajo el sol o la lluvia, aguantando, incluso, hambre, hasta cumplir con su cometido.
Los jóvenes son atendidos a través de una taquilla, donde presentan su documento de identidad. Allí no permiten usar los asientos de espera ni siquiera a los adultos mayores. La inscripción se tarda entre una persona y otra, cerca de 2 a 3 minutos. Piden el correo electrónico, la dirección de residencia y elegir el lugar de votación, en este último paso, en algunos casos, los funcionarios eligen el sitio de votación a inscribir.
Vale mencionar que el único requisito para inscribirse en el Registro Electoral es la cédula original sin importar que esté vencida y ser mayor de 18 años. No obstante, algunas personas llegan a la oficina con requisitos adicionales como RIF, carta de residencia y cédula vigente que, según la Ley de Procesos Electorales, no son documentos necesarios, pero se ha conocido casos en que piden tales requisitos.
“Nosotros quisiéramos pensar que esto no es así, pero el día jueves movilizamos a 40 jóvenes del municipio Junín desde las 8:00?am, y desde las 9:30?am hasta las 3:30?pm estos chamos duraron en cola. El lunes movilizamos a 50 jóvenes de San Antonio del Táchira y llegaron a las 9:00?am, pero estos muchachos debieron esperar 4 horas para inscribirse, porque la electricidad llegó a las 12:30 del mediodía y mientras prendían las máquinas comenzaron a trabajar a la 1:00?pm”, relató Jonathan Basto, coordinador regional de la organización Voto Joven.
Los cortes eléctricos en Táchira afectan la operatividad de la oficina regional del Consejo Nacional Electoral e interfieren en la inscripción de los nuevos votantes. De las ocho horas diarias que funciona la oficina, la única máquina habilitada para la inscripción, solo opera durante cuatro horas, debido a los cortes eléctricos de 4 horas continuas, bien sea de mañana o de tarde, detalló Basto.
Se desconoce a qué hora suspenden el servicio de electricidad al sector donde se ubica la sede regional del CNE en Barrio Obrero.
Lamentablemente, la oficina no cuenta con planta eléctrica y tampoco tiene las condiciones para atender a la cantidad de personas que están acudiendo diariamente.
En ocasiones, la organización Voto Joven brinda hidratación a los muchachos que logran movilizar, pero no todo el tiempo es así, porque cuentan con recursos limitados para el traslado desde los municipios más lejanos como Bolívar, Junín, Guásimos, Andrés Bello, entre otras zonas.
“La respuesta de los chamos, pese a la situación, ha sido quedarse ahí como un acto de protesta, con voluntad de inscribirse para poder participar en las elecciones del 28 de julio”, expuso el coordinador de la organización.
Los jóvenes saben que cada una de estas trabas forma parte de un plan para desanimarlos, y que si no se inscriben, no podrán participar. Además, el tiempo con el que cuentan para hacer el proceso es muy corto.
Incluso, Voto Joven ha detectado casos de muchachos que se han inscrito y todavía no aparecen en sistema, y cuando acuden a preguntar, solo les dicen que esperen.
Buscan la frustración
Luis David Pinto, coordinador juvenil de Vente en Táchira, el pasado jueves #14Mar acudió con un grupo de compañeros desde el municipio Pedro María Ureña hasta la sede principal del CNE en San Cristóbal. Allí llegaron a las 7:30?am, pero a las 11:30?am se fue la luz, y tuvieron que continuar en fila. Los jóvenes de Ureña comieron bajo el sol y persistieron, pero cuando llegó la electricidad, la puerta de la oficina no la abrían y los funcionarios decían que no había llegado el servicio eléctrico.
Relató que la idea, a simple vista, es retardar intencionalmente el proceso para que las personas que se movilizan desde lejos, pierdan el dinero, el tiempo y las ganas de inscribirse en el CNE, situación que se considera grave.
“Nosotros vivimos en Ureña y se nos hace difícil movilizar una buseta, que cuesta 400.000 pesos que pagamos entre todos. Ese es el costo de querer elegir, ese el costo de nosotros querer hacer algo que la Constitución establece. Entonces, nos quieren robar nuestros derechos. Quieren que el proceso vaya a paso de morrocoy para que la gente se enfade, se frustre y se vaya”, narró Pinto.
Ahora, el grupo de jóvenes que provienen de la frontera lidian contra la desconfianza de movilizar gente para San Cristóbal, una tarea muy complicada y una lucha contra la corriente.
No es fácil animar a los muchachos
Para Voto Joven en Táchira no ha sido una tarea fácil movilizar a los muchachos desde sus municipios hasta el CNE. Primero, los miembros de la ONG que promueve los derechos de los jóvenes, han tratado de animarlos y motivarlos, ya que muchos ven en el sistema electoral venezolano como un problema, pues obstaculiza el proceso de sufragar; otros no tienen el mínimo interés de participar en la política nacional, porque no creen en el ente rector.
“El reto es gigantesco, no solo para la organización, sino para los miembros de los partidos políticos del país y movimientos estudiantiles. Todos sabemos que esto obedece a un modelo político que busca de alguna forma desanimar a los chamos”, refirió Jonathan Basto a lapatilla.com
La esperanza es que la próxima semana arranque la jornada de inscripción electoral en todo el país y se instale una máquina electoral por municipio o en cada plaza. Esto ayudaría a que los más de 3 millones de jóvenes en el país se inscriban antes del 16 de abril.
Menos posibilidades para los que están en el exterior
Para los nuevos electores venezolanos que se encuentran fuera de Venezuela, la situación es peor porque los jóvenes inscritos o no en el CNE, deben acercarse a los consulados de cada país donde se encuentran y tener un estatus legal para poder hacer el cambio de residencia o inscribirse.
“Sabemos que la mayoría de venezolanos que están afuera del país no están ubicados cerca de consulados, y para ir a las oficinas consulares deben desplazarse a través de largas distancias en avión o autobús, lo que genera un alto costo económico y desgaste físico, y por ello se calcula que no se podrán inscribir muchos”, comunicó Basto.