A fines de mayo de 2012, una serie de hechos escalofriantes aterrorizaba a la población en Canadá: en Ottawa, una recepcionista del edificio gubernamental del Partido Conservador encontró un pie humano dentro de una caja mientras que en el del Partido Liberal descubrieron una mano ensangrentada.
Por: TN
El horror se acrecentó a 200 kilómetros de allí, cuando la policía confirmó que había un cuerpo descuartizado en un valija perdida en el montón de basura en una calle de Montreal. Días más tarde, confirmaron que los restos pertenecían a una misma persona, Jun Lin, un estudiante de 33 años que venía de China y había llegado a Norteamérica para estudiar Informática.
Entre las especulaciones de los medios y las hipótesis de los investigadores, apareció un macabro video en Internet que mostraba cómo había sido el terrorífico momento en el que la víctima había sido asesinado: en el clip, se podía ver cómo su homicida le había arrancado la cabeza y cómo “jugaba” con ella adentro de una bañera llena de sangre.
Poco después, la Policía detectó que se trataba de Lukas Rocco Magnotta, un joven actor porno de 30 años, a quien la Interpol lo buscaba con alerta internacional por el peligro que significaba. Sin embargo, en el medio, también salió a la luz el arduo trabajo de un grupo de fanáticos estadounidenses del true crime que, dos años atrás, habían sido ignorados tras denunciarlo por subir videos en los que salía torturando gatitos.
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