Autoridades informaron este miércoles del asesinato de Samuel Ibarra Peralta, alias ‘El Pía’, líder o ‘jefe de plaza’ de Los Chapitos o La Chapiza del Cártel de Sinaloa en Sonora y Baja California, estados en la frontera noroeste de México con Estados Unidos, en medio de una disputa de bandas.
En la zona, este grupo criminal controla el tráfico del buche del pez totoaba, conocido como ‘la cocaína del mar’ por su alto precio en Asia y cuya pesca furtiva ha amenazado a la vaquita marina.
En un comunicado de prensa, la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) de Sonora confirmó que un enfrentamiento entre dos grupos criminales dejó siete muertos, incluyendo al ‘comandante Pía’, hijo de Jesús Aurelio Ibarra, alias ‘el comandante Aurelio’.
Fuentes de seguridad pública señalaron que el enfrentamiento ocurrió en el golfo de Santa Clara la madrugada del martes, después de que un convoy de 35 camionetas del grupo criminal Los Rusos, que lidera Juan José Ponce para el Mayo Zambada, llegaron a Sonora para disputarle la plaza a sus antiguos socios del Cártel de Sinaloa.
La lucha entre La Chapiza, que conforman los hijos de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, preso en los Estados Unidos, contra las huestes del Mayo Zambada, data de 2016, pero recrudeció en Sonora por sus más de 500 kilómetros de frontera con Estados Unidos.
Ahí, además de droga, migrantes y armas, también trafican especies como el buche de totoaba, pepino del mar e hipocampos.
La Fiscalía General de la República (FGR) confirmó el arresto de 12 sospechosos y confiscó siete camionetas, de las que dos estaban blindadas.
Por el enfrentamiento, los habitantes del golfo de Santa Clara suspendieron sus actividades por temor de salir a las calles.
Cooperativas de pescadores denunciaron que La Chapiza les “cobra piso”, es decir, extorsionan a los pescadores para dejarlos trabajar.
Entre el Golfo de Santa Clara en Sonora y San Felipe, Baja California, está el hábitat de la vaquita marina, el cetáceo más pequeño del mundo, que está en peligro de extinción porque su población se estima en menos de 13 ejemplares.
En la región los pescadores continúan usando redes para capturar al pez totoaba, por lo que la vaquita marina se enmalla y muere ahogada.
Una vez capturado al pez totoaba se le extrae el buche natatorio, que se trafica hacia China, donde las autoridades estiman que un kilo se vende como un manjar afrodisíaco.
EFE