Los pilotos tienen la difícil tarea de estar concentrados, al 100%, en sus trabajos. Pilotar un avión requiere de estar atento durante todo el vuelo, y aunque el viaje dure cuarenta minutos u ocho horas, el piloto casi no debe ni parpadear. Son muchas las vidas en juego y las circunstancias a las que se enfrentan, así que deben hacer todo lo posible por mantenerse despiertos. Así, toman un estimulante muy efectivo que les ayuda a no dormirse.
Por larazon.es
Ser piloto implica una combinación única de habilidades técnicas, así como conocimientos, responsabilidades y desafíos. Los pilotos deben estar preparados para enfrentar una variedad de situaciones durante el vuelo y mantener altos estándares de seguridad y profesionalismo en todo momento.
El trabajo como piloto puede ser exigente en términos de horarios irregulares, largos períodos de ausencia de casa y estrés físico y mental. Deben ser capaces de tomar decisiones rápidas y efectivas en situaciones de emergencia o estrés, como fallas mecánicas, condiciones meteorológicas adversas o situaciones de emergencia médica a bordo.
¿Cómo consiguen los pilotos mantenerse despiertos? Así es el modafinilo, el estimulante contra la narcolepsia y somnolencia que toman
Pero también, en el ámbito mental, deben saber permanecer despiertos y atentos durante todo el tiempo, de tal manera que pueden usar diversos trucos o medicamentos. Así, uno en concreto está “de moda” entre los pilotos y es muy utilizados.
Se trata del modafinilo, un estimulante desarrollado para el tratamiento de la narcolepsia, la apnea del sueño y la somnolencia diurna excesiva. Esta “droga” actúa como un estimulante del sistema nervioso central, y se cree que aumenta los niveles de neurotransmisores como la dopamina en el cerebro, lo que ayuda a mejorar el estado de alerta y la vigilia.
Administrándose de forma oral, suelen tomarse una vez al día, con o sin alimentos. No obstante, al igual que otros medicamentos, tiene una larga lista de efectos secundarios. En primer lugar, puede crear hábito y abuso por parte de algunas personas, y aunque puede disminuir la somnolencia, no curará el trastorno del sueño. Así, puede generar insomnio crónico, nerviosismo, dolor de cabeza, mareos, náuseas y aumento de la presión arterial.