Un reciente informe de Naciones Unidas acusa a Rusia de instaurar un “clima de miedo constante” en las zonas ocupadas de Ucrania.
Las autoridades rusas llevan a cabo “detenciones arbitrarias, torturas y desapariciones forzadas” de civiles, según relatos recabados.
También procede a suprimir símbolos de identidad ucraniana mediante la imposición de su idioma, leyes y sistemas educativo y judicial.
La ONU alerta que los niños son objeto de una estrategia de “russificación”, reclutándolos en organizaciones que inculcan su patriotismo.
Asimismo, Moscú corta canales de comunicación ucranianos para controlar la información disponible online.
De esta forma, el organismo internacional expone la campaña represiva y de cooptación cultural con la que Rusia somete a la población en los territorios ocupados de manera ilegal.
Denuncia estas graves violaciones al derecho internacional humanitario y a los derechos humanos de los civiles.
Con información de AFP