La empresa estatal Unión Eléctrica (UNE) estima para este viernes apagones simultáneos en hasta el 27 % del país por la falta de combustible para la producción energética y las averías.
Cuba lleva desde finales de enero con tasas de afectación máxima diaria entre el 20 y el 45 %, lo que están lastrando a la economía -cuando el país lleva tres años ya en una profunda crisis- y atizando el descontento social, como se evidenció en las inusuales protestas del pasado domingo.
Los cortes suman más de diez horas diarias en muchas provincias del país y en La Habana están programados dos cortes diarios, de cuatro y dos horas respectivamente, que se reparten en rotación por distritos.
La UNE, perteneciente al Ministerio de Energía y Minas, informó que prevé para el horario “pico” de este viernes, en la tarde-noche, una capacidad máxima de generación eléctrica de 2.154 MW y una demanda máxima de 2.850 MW.
Así, el déficit -la diferencia entre oferta y demanda- será de 696 MW y la afectación -los circuitos que realmente se desconectarán- alcanzará los 766 MW.
El ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, aseguró recientemente que la situación del sistema eléctrico nacional está marcada por la falta de financiación, la pérdida de suministradores claves de combustibles y una infraestructura obsoleta y sin suficiente inversión.
Cuba cuenta actualmente con siete centrales termoeléctricas operativas -obsoletas y de factura soviética- y ha rentado en los últimos años hasta ocho centrales flotantes a una empresa turca, una solución rápida pero costosa, cortoplacista y contaminante.
Aunque De la O Levy habló de una mejora en los próximos días, reconoció que la situación va a seguir “tensa” y “crítica” por las dificultades financieras de Cuba: “Estamos comprando combustible con las escasas finanzas que tenemos”.
Está previsto que a finales de marzo llegue a Cuba un buque con 650.000 barriles de crudo ruso – valorados en casi 50 millones de dólares, según adelantó este domingo EFE con datos del Instituto de Energía de la Universidad de Texas (EE.UU.).
EFE