Gritos ensordecedores de dolor, en medio de una sala de espera a media luz y con una alta temperatura, es la cortina de fondo del día a día en el Hospital Central Antonio María Pineda de Barquisimeto, específicamente en el área de traumatología, donde diariamente son ingresadas, no menos de una decena de personas con lesiones producto de accidentes de moto.
Por: Yanitza Martínez / Corresponsalía lapatilla
Unas más severas que otras, son las lesiones que presentan los choferes y acompañantes de motocicletas en el estado Lara, quienes en los últimos meses, han acaparado los titulares de los medios de comunicación social y han engrosado la estadística de accidentes y muertes de forma trágica.
Testimonios recogidos en la emergencia del Hospital Central de la ciudad de Barquisimeto narran el panorama que a diario se vive en el máximo centro asistencial de la región, cuya morbilidad del área de emergencia en su mayoría es copada por este tipo de accidentados.
La imprudencia como principal causa
Exceso de velocidad, infracciones de tránsito, conducir sin casco, entre otras, son las causas principales de los accidentes de tránsito en el estado Lara y nada más en Barquisimeto, son contabilizados al día, diez siniestros de moto, a ese número se le suma los registrados en los municipios foráneos, superando entre todos, los veinte accidentes al día.
Unas cifras que han encendido las alarmas en la entidad, así como el temor para la mayoría de conductores de carro, quienes señalan manejar con inseguridad ya que “los motorizados se creen dueños de la vía”.
En respuesta a esta situación, mucho se ha dicho de reforzar la vigilancia policial, de hecho, la Secretaría de Seguridad Ciudadana del estado Lara, ha anunciado el despliegue de 4.000 funcionarios para velar por el cumplimiento de normas de tránsito y de esa manera reducir las estadísticas.
En lo que va de marzo, más de diez personas han perdido la vida a consecuencia de accidentes de moto en todo el estado Lara y otras han quedado gravemente heridas.
Las consecuencias que dejan este tipo de incidentes suelen ser severas, sin contar con lo que significa costear una afección traumatológica en un hospital público en Venezuela.
El proceso luego del accidente se convierte en calvario
El personal que labora en la entrada de la emergencia del Hospital María Pineda, detalló que buena parte de las personas que ingresan al centro de salud son a consecuencia de accidentes de motocicletas.
Inicialmente son recibidos en emergencia, allí realizan las primeras evaluaciones, si requiere algún tipo de sutura y según la magnitud de las lesiones, son referidos al área de traumatología, bautizada actualmente como la “Sala Bera”, haciendo referencia a una reconocida marca de vehículos de dos ruedas.
Una vez el accidentado es ingresado a la sala de traumatología, los familiares reciben una lista con los primeros requerimientos, como, solución fisiológica, aproximadamente veinte frascos, inyectadoras y yelcos.
Por otro lado, hay una larga lista de exámenes que deben realizarle al paciente como rayos x, un paciente puede llegar a ameritar hasta 7 radiografías, cuyo costo es de 10 dólares cada una, y exámenes de laboratorio para determinar el nivel de lesiones y si sufrió alguna fractura.
En caso tal de ameritar intervención quirúrgica, la situación se pone más compleja ya que los requerimientos son mayores.
Se pudo conocer el testimonio de la señora Marisela Mendoza, quien mencionó que nada más en el ingreso de su familiar gastaron aproximadamente 300 dólares.
“Aquí hay que hacer todo afuera, lo único que logramos practicarle acá fue un ecocardiograma”, puntualizó, al tiempo en que iba contabilizando los insumos que su familiar requería para ser operado.
Es necesario mencionar que las intervenciones quirúrgicas dentro del Hospital Central de Barquisimeto en el área traumatológica no se dan de una vez y hay pacientes que deben esperar meses para optar por un cupo y para poder adquirir la lista de insumos.
Se conoció otro caso de una intervención de mano, cuyos familiares no quisieron revelar su identidad, donde tuvieron que esperar más de un mes en hospitalización. Lograron adquirir la enorme lista de insumos y hasta la anestesia y el pago de los honorarios del anestesiólogo por un costo de 150 dólares.
También, mencionaron que muchos de los ítems son solicitados por partida doble, al parecer, con el propósito de ir dejando insumos en el servicio de traumatología.
Un ojo de la cara los insumos
El número de accidentes de tránsito disparado en el estado Lara, ha aumentado las ventas de insumos e instrumentos requeridos para las intervenciones quirúrgicas a nivel traumatológico.
Al respecto, Pablo Escalona, quien se desempeña como asistente de instrumentista de quirófano y además se dedica a la comercialización de estos insumos, detalló que el peroné es el miembro más afectado en las personas lesionadas por accidentes de moto requiriendo entre 380 y 480 dólares respectivamente para lo que a prótesis se refiere.
En el caso de una operación de tibia, el paciente requiere placas y distales de tibia y estas van desde los 800 a 1200 dólares.
Sobre las fracturas de grado uno y dos, un paciente debe invertir no menos de 400 dólares, solamente en insumos, es decir, que a ese monto se le debe sumar el resto de los requerimientos superando así los 1500 dólares, respectivamente ya que en ese tipo de lesiones, el paciente requiere la realización de estudios tomográficos que van desde los 50 dólares en adelante.
Niños y jóvenes
La falta de control y supervisión por parte de autoridades, padres y representantes, ha llevado a adolescentes a conducir este tipo de vehículos, la mayoría de las veces a alta velocidad y sin portar el casco.
Por eso, de cada cinco accidentes, al menos en dos, están involucrados menores de edad, sea por conducir o por llevar exceso de pasajeros y es que se ha podido evidenciar como familias de hasta cinco miembros se trasladan en una sola motocicleta, aumentando el riesgo de sufrir un accidente.
Realizan rifas para recaudar fondos
El déficit marcado de insumos y medicinas en este hospital central se ha convertido en un reto de supervivencia para quienes son ingresados en él y es que el Estado no garantiza la atención total por lo que más de uno se pone a correr para poder sacar a su familiar con bien de la situación.
Es por ello que, mientras más rápido el familiar logre reunir todos los requerimientos, menor será la estancia en el nosocomio barquisimetano, donde a diario se vive una película de terror por parte de decenas de familias.
Quienes no logran recabar lo solicitado o no tienen las posibilidades, les toca esperar más de la cuenta, significando así que el familiar deba pernoctar a las afueras del hospital y a su vez, buscar los ingresos para costear la alimentación, agua potable y lo requerido diariamente.
Por esa razón, la mayoría de las familias apelan a la generosidad y realizan rifas pro fondos que les permitan cubrir parte de los gastos y de esa forma restarle días a la estancia dentro de este centro asistencial.