La calidad del aire en Venezuela, especialmente en el estado Táchira, ha sido una incógnita en los últimos años. Desde hace bastante tiempo en la entidad fronteriza y toda Venezuela se desconoce la calidad del aire, sobre todo aquella referida al uso de equipos monitoreo y de grado regulatorio, ubicados en tierra.
Por Anggy Polanco / Corresponsal lapatilla.com
Aunque años atrás había monitores de la calidad del aire, con el transcurrir del tiempo se han dañado, están obsoletos o se los han robado, lo que trae como consecuencia que en el país se tenga muy poca información sobre la calidad del aire que actualmente respiran los venezolanos, relató a lapatilla.com el ingeniero ambiental de la Universidad Nacional Experimental del Táchira (Unet) Marcos José Cárdenas González.
San Cristóbal, capital de la entidad tachirense, se encuentra desde hace varias semanas con una calima bastante densa y fuerte, indicador de que el material particulado presente en la atmósfera local debe estar bastante alto, resaltó Cárdenas.
Una situación similar está ocurriendo en la capital del Norte del Santander, Colombia, en donde ya aplican medidas para la prevención de la salud entre las personas más expuestas, y tratan de contener los gases y materiales tóxicos que generan algunas industrias, así como el tráfico vehicular.
Los informes de calidad del aire de la institución colombiana Corponor alertan que parte de la contaminación que se presenta en Cúcuta es proveniente del lado venezolano, pues la dirección del viento se mueve de Táchira al Norte de Santander; por tanto, las fuentes de contaminación del lado venezolano están afectando el aire que respiran los colombianos.
Incluso, en un vídeo publicado por un grupo de concejales oficialistas este 18 de marzo, en horas de la tarde, desde un vertedero improvisado en Ureña, con el cual pretendían desmentir que la contaminación se origina, en parte, del lado venezolano, se observa claramente el humo que desprenden los cerros de desechos sólidos y van en dirección al lado colombiano.
Sin parámetros para medir
El informe más reciente sobre la calidad del aire en Venezuela data del año 2010, como parte de los indicadores ambientales que publicada el Instituto Nacional de Estadística, y se veía como, por ejemplo, en la capital del Táchira había dos estaciones de monitoreo: una ubicada en el Ministerio de Salud y otra en el Ministerio de Infraestructura. Se medían partículas totales suspendidas y plomo, detalló el ingeniero Cárdenas, quien funge como personal académico del Departamento de Ingeniería Ambiental de la Unet, además es docente de una universidad en Chile y apoyo técnico para una organización líder en calidad del aire y cambio climático, que colabora con agencias y gobiernos nacionales y subnacionales en dichas temáticas en América Latina y el Caribe.
El ingeniero ambiental expuso que a partir de las mediciones de partículas totales suspendidas, se hacía la verificación para conocer la cantidad de plomo presente en el material particulado. Estas mediciones reflejaban que, comparado con el Decreto 638 para el año 2010, no había incumplimientos con respecto a la normativa. Se podía decir que la calidad del aire en la ciudad en esos puntos se encontraba dentro de los umbrales permitidos por la normativa nacional.
Cabe resaltar que la normativa del Decreto 638 es antigua y data de los años 90, motivo por el cual los ingenieros consideran que debería actualizarse, por cuanto la Organización Mundial de la Salud ha ido actualizando las directrices de calidad del aire ambiente, tanto en términos de ir ajustando los umbrales considerados sin peligro a la salud, como en ir agregando nuevos contaminantes a considerar
Mala calidad de aire
En el Departamento de Ingeniería Ambiental de la Universidad Experimental del Táchira, a través del trabajo que han hecho pasantes y tesistas de la carrera con apoyo de investigadores, profesores y del propio Decanato de Investigación, se han desarrollado algunas investigaciones, pues en la casa universitaria se cuenta con algunos equipos, un tanto antiguos, pero que en algunos momentos han podido utilizar para conocer la calidad del aire en la ciudad.
En 2018 se realizó una investigación en Riberas del Torbes, entre el municipio Cárdenas y San Cristóbal, que está muy cerca de la Zona Industrial de Puente Real, en donde existen varias industrias, alfarerías y alto volumen de tráfico vehicular. Allí se detectaron dos contaminantes: monóxido de carbono y dióxido de carbono, lo que arrojó que se encontraba por dejado de los límites impuestos en la normativa, lo cual no necesariamente significa que no pueda impactar en la salud, debido al rezago normativo del país.
Marcos Cárdenas apuntó que a raíz de esta última investigación, se determinó que la calidad del aire en este punto de la capital del Táchira estaba aparentemente bien para el año 2018. Sin embargo, el Departamento de Ingeniería Ambiental, mediante el uso de bioindicadores con seres vivos, como los líquenes, organismos sensibles a los agentes contaminantes (mientras más líquenes existan, mejor será la calidad del aire, mientras menos líquenes existan en la zona peor será la calidad del aire), han encontrado indicadores importantes de metales pesados en el aire de San Cristóbal, además de otros contaminantes que tienen correlaciones positivas con enfermedades respiratorias.
El experto destacó que la mala calidad del aire ocasiona enfermedades respiratorias y cardiovasculares, principalmente, pero en Venezuela la gran debilidad es la carencia de un monitoreo permanente de la calidad del aire desde hace mucho tiempo.
Se carece de monitoreo con material particulado fino de 2.5 micrómetros o menos, que son las que se han considerado las partículas más peligrosas, y que dentro del Objetivo de Desarrollo Sostenible se encuentra el monitoreo o calidad del aire a través de ese indicador. Según la OMS, estas partículas son tan pequeñas que pueden ingresar al torrente sanguíneo a través de los alvéolos pulmonares, afectando múltiples órganos del ser humano.
Venezuela sin índice de medición
“Desconocemos cómo se encuentra esto en la realidad porque no se cuenta con monitoreo”, aseveró el especialista.
A diferencia de Colombia, en donde sí hay estaciones de monitoreo, se muestran los resultados y se comparan con un índice de calidad del aire y salud, Del lado venezolano no se cuenta con un índice de calidad del aire formalmente establecido ni con otras herramientas de gestión de la calidad del aire como niveles de alerta y emergencia, planes de actuación ante contingencias atmosféricas, inventarios de emisiones, evaluaciones de impacto en salud, programas de gestión o descontaminación del aire, entre otros, los cuales son muy importantes para prevenir y mitigar la contaminación atmosférica. Sin embargo, el país sí cuenta con expertos en estas áreas.
La baja calidad del aire que se puede observar en Táchira en las últimas semanas, lo que puede afectar la salud de los tachirenses, es debido a las quemas de pastizales, restos agrícolas, quemas para ampliar fronteras agrícolas, entre otros. Así pues, las quemas ocasionan que los agentes contaminantes se acumulen, lo que empeora al no haber lluvia al existir alta estabilidad atmosférica, explicó el experto en la materia.
Por tanto, el profesor Marcos Cárdenas subrayó que hay que poner atención a las quemas, ya que está penado y prohibido por la Ley Penal del Ambiente. Ocurre que todos esos contaminantes son inhalados por las personas.
De allí que resaltó la necesidad de aplicar campañas fuertes para que la gente entienda y busque otras opciones que sustituyan la quema de residuos agrícolas y se atienda de manera debida los incendios de vegetación.
Otros de los aspectos que se debe atender es la reducción de los medios de transporte contaminantes y hacer uso de vehículos como bicicletas o eléctricos, además de mejorar la calidad de los combustibles que se usan en el país.
Advirtió que la sociedad está en su derecho de demandar información acerca de la calidad del aire que se respira en Venezuela, ya que tienen derecho a respirar un aire limpio.