El fiscal general Tarek William Saab reveló la información proporcionada por un presunto testigo protegido que arroja luz sobre una extensa trama de corrupción dentro de la petrolera estatal Pdvsa, involucrando criptomonedas y operaciones ilícitas, en la que estuvo vinculado Tarek El Aissami detenido este martes 9 de abril.
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El testigo, cuya identidad se mantiene en reserva por razones de seguridad, indicó que una empresa extranjera estaba involucrada en las operaciones de crudo de pdvsa. Esta empresa, según el testimonio, fue asignada con 15 buques, valorados en más de 153 millones de dólares. El testigo afirma haber pagado 22 millones de dólares en efectivo a Antonio Pérez Suárez, y haber sido testigo de grandes cantidades de dinero en su oficina.
También describió un sistema de sobornos y comisiones para agilizar los despachos de crudo, mencionando un pago de 2 millones de dólares a un emisario llamado Edward Coronado. Además, se detallan transferencias y pagos personales solicitados por figuras como Tareck El Aissami y Joselit Ramírez, que suman millones de dólares.
La declaración también menciona una rivalidad entre El Aissami y Pérez Suárez por el control de los fondos generados por la venta de crudo, con la manipulación de intermediarios y compradores finales, y la venta de productos a precios significativamente reducidos.
Un tercer testigo protegido informó sobre acciones tomadas por Pérez Suárez en noviembre de 2020, que incluyeron el desmantelamiento de la Vicepresidencia de Finanzas de Pdvsa y la eliminación de protocolos de pago a proveedores, todo bajo la dirección de El Aissami. Se establecieron cuentas bancarias de terceros para desviar recursos del Estado, con comisiones que oscilaban entre el 5% y el 3%, dependiendo de la forma de pago.
“Las asignaciones para la venta de crudo venezolano se hacían, algunas con conocimiento de El Aissami y otras las hacía Pérez Suárez en reuniones clandestinas en su oficina donde pactaba la venta en precios hasta tres cuartas partes por debajo del valor del producto, generando pérdidas al Estado venezolano. Pérez Suárez trabajaba con empresarios que le otorgaban facturas con montos inflados por concepto de servicios o trabajos realizados a Pdvsa, para repartirse luego estos sobreprecios. Se creó una oficina denominada Unidad de Trabajo Especial, que se encargaba de maquillar las cuentas para burlar las auditorías de la Vicepresidencia de Finanzas. Este testigo informa que con los distintos esquemas de ganancias fraudulentas aplicados, Pérez Suárez se apoderó de una fortuna tipificadas en miles de millones de dólares”, afirmó Tarek.
”El objetivo y el fin de esta mafia, encabezada por Tareck El Aissami, no era otro que implosionar la economía nacional, destruir nuestra moneda presionando al alza del dólar paralelo, y así hacer fracasar las políticas económicas impulsadas por el Ejecutivo”, puntualizó el Fiscal.