El ex jugador de baloncesto de la NBA, Nate Robinson, quien en su momento fuera uno de los jugadores más impactantes y espectaculares de la mejor liga del mundo, se encuentra viviendo tiempos complicados con problemas bastante serios de salud, esto como consecuencia de una insuficiencia renal y en las últimas horas reveló que su situación se pone cada vez más grave con el pasar del tiempo ya que necesita de manera urgente un trasplante de riñón para poder seguir viviendo.
Por La Opinión
Robinson de 39 años, tuvo una extensa y fructífera carrera en la NBA donde pudo jugar para varias franquicias y muchas de ellas han sido de las más legendarias a través de los tiempos en la historia de la liga; equipos tales como los Knicks de Nueva York, los Boston Celtics, los Chicago Bulls y los Denver Nuggets entre otras. Nate fue tres veces ganador del concurso de volcadas del fin de semana de estrellas en las ediciones de los años 2006, 2009 y 2019 con tan solo 1.75 metros de altura.
La vida actual de Robinson y su salud
El ex base armador contó recientemente que ha estado viviendo un calvario a diario y luchando por su vida desde hace cuatro años con la búsqueda sin éxito alguno de conseguir un donante de riñón.
“Sé que no me queda mucho tiempo si no puedo conseguir un riñón. No me quedará mucho tiempo de vida. Así que sólo quiero aprovecharlo lo mejor que pueda”, le dijo Robinson al medio británico Daily Mail y también reconoció si no fuera por el tratamiento de la diálisis, es muy probable que apenas pudiera vivir “una semana o dos”.
Robinson dejó promedios de 11 puntos por partido y 22.5 minutos sobre la duela en un total de 650 partidos como jugador de la NBA; el oriundo de la ciudad de Seattle comentó también que después de pasar por el proceso de diálisis tiene que lidiar con efectos secundarios como vómitos y dolores que lo dejan internado en el hospital durante uno o dos días, dada su condición y debilidad al momento: “El cuerpo de algunas personas rechaza la diálisis. Gracias a Dios que el mío lo acepta y puedo vivir… si no fuera a diálisis, probablemente no viviría más de una semana o dos. Así que es serio, no te puedes perder ni un día. Entro tres días a la semana, cuatro horas al día y me limpian la sangre para sacar mis toxinas. Me ayudan mucho porque así es como vivo”, continuó Nate.
Nate está aprovechando el tiempo a más no poder
La “máquina”, tal como describe el ex base de los Knicks al proceso de diálisis al que se somete, es lo que hasta el momento lo ayuda a seguir con vida y luchando por conseguir un donante que pueda cambiar su presente: “Simplemente estoy disfrutando los momentos en los que me siento saludable. Intento salir con mis hijos, ver a mi familia y jugar al básquet, hacer las cosas que amo. Todavía trato de hacer todo lo que puedo para mantenerme y sentirme lo más normal que se pueda, ser lo más humano posible”, agregó.
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