Los testimonios de los policías protagonizan la tercera sesión del juicio a Daniel Sancho

Los testimonios de los policías protagonizan la tercera sesión del juicio a Daniel Sancho

El tribunal de Samui (sur de Tailandia), donde tiene lugar el juicio contra el español Daniel Sancho por el supuesto asesinato premeditado del colombiano Edwin Arrieta, celebró este jueves la última sesión de la semana con el testimonio de dos de los policías responsables de la investigación.

La vista, la última de la primera semana del juicio debido a la festividad desde mañana, viernes, y hasta el martes del Songkran o Año Nuevo Budista en Tailandia, por lo que el proceso no se retomará hasta el próximo miércoles, según comunicó el juez la víspera, comenzó hoy alrededor de las 10.00 hora local (GMT+7) y terminó cuatro horas después.





A la sesión de hoy asistieron de nuevo el padre del acusado, el actor español Rodolfo Sancho, y su madre, la analista de inversiones Silvia Bronchalo, quienes entraron en la corte sin hacer declaraciones a los medios de comunicación que aguardan fuera del tribunal tras la decisión del juez de celebrarlo a puerta cerrada.

Primeros pasos de la investigación

El primer testigo en declarar hoy fue el coronel Parinya Tanthasuwan, que estaba en la comisaría de Phangan (isla vecina a Samui) cuando Daniel Sancho llegó alrededor de la medianoche del 3 de agosto para denunciar la desaparición de Arrieta, y quien esa misma noche acompañó al español a la villa en la que se alojaba y en la que se cometió el supuesto crimen el día antes.

Durante su testimonio hoy en el juicio, que “se ajustó a lo que ya consta en el informe policial”, según dijo Parinya a la salida del tribunal, Sancho les hizo algunas preguntas.

En cuanto al hecho de que Sancho se declare no culpable del asesinato pese a haberlo confesado inicialmente frente a los policías de Phangan, el coronel dijo que “el cambio de declaración del acusado no va a tener ningún efecto”.

El otro testigo fue el inspector Ekachai Kamprakon, encargado de realizar el informe sobre las cámaras de seguridad que permitió seguir los pasos de Sancho en la isla.

Las imágenes muestran, por ejemplo, cuando el español recogió en el puerto a Arrieta el 2 de agosto a las 15 horas y cómo van juntos en una motocicleta hasta el hotel Bougain Villa, desde donde nunca ya se ve salir al cirujano colombiano.

El abogado de la familia de Arrieta en España, Juan Gonzalo Ospina, comentó por su parte a los medios de comunicación que aguardan a las puertas del tribunal, que los testigos de hoy, llamados por la Fiscalía, son “bastante importantes”.

“Son dos miembros de la Policía que participaron en la elaboración del atestado policial (…) cuando la policía consiguió poner el foco en la sospecha de Daniel al recibir información por parte de la operaria del basurero que se habían encontrado restos humanos”, señaló Ospina.

Bolsas de basura

Ospina, quien anunció que su equipo regresa hoy a España y delega en sus asociados tailandeses el desarrollo de la coacusación, se refiere a los primeros restos del cadáver de Arrieta hallados en el basurero de Phangan el 3 de agosto, un día después del supuesto crimen, que dispararon la investigación policial.

Tras recibir el aviso de la operaria, la Policía revisó las cámaras de seguridad del único supermercado de la isla en el que se venden las bolsas de basura en las que aparecieron los restos humanos, y encontraron a Daniel Sancho comprándolas en imágenes del 1 de agosto, así como cuchillos y otros utensilios.

Sancho acudió a la comisaría de Phangan a denunciar la desaparición de Arrieta horas después de que los policías lo hubieran descubierto en las imágenes, sin tener conocimiento de estas primeras pesquisas y tras ser contactado por la familia del colombiano, alarmada por no recibir noticias de él.

El letrado español consideró que los testigos policiales abordarán las “incongruencias que ofreció cuando fue a denunciar que Arrieta estaba desaparecido (…) En España podría considerarse una denuncia falsa o falso testimonio”, añadió.

Sancho quedó bajo custodia policial desde que acudió a la comisaría a realizar la denuncia y fue formalmente detenido el 5 de agosto, tras confesar el crimen frente a los agentes de Phangan, si bien después se declaró no culpable ante el juez durante la fase preliminar y mantiene desde entonces que la muerte de Arrieta se debió a un accidente durante una pelea.

“Fue en defensa propia. Ocurrió por un incidente en el que solo había dos personas implicadas. Afirmamos que no tenía intención (de matar a Arrieta)”, dijo hoy por su parte el abogado de oficio tailandés que defiende a Sancho, Apirchat Srinual.

La Fiscalía acusa Sancho de asesinato premeditado y otros dos delitos, ocultación del cuerpo y destrucción de documentación, con la pena capital como castigo máximo. EFE