El exmandatario estadounidense Donald Trump lanzó el viernes un salvavidas al asediado presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, al decir que el líder republicano del Congreso está haciendo “un muy buen trabajo”.
Trump defendió a Johnson frente a la iniciativa de la incendiaria congresista republicana Marjorie Taylor Greene, a quien Trump calificó de amiga, de pedir una votación para su destitución.
“No es una situación fácil para ningún presidente de la Cámara”, dijo Trump, con Johnson de pie cerca de él en la finca Mar-a-Lago del expresidente.
Johnson viajó el viernes a Florida (sur) para reunirse con Trump en una reciente muestra del liderazgo informal, pero indiscutible, del candidato presidencial de la extrema derecha en el partido.
Tras su encuentro, ambos declararon su preocupación por un posible fraude en las elecciones presidenciales de noviembre, como un eco de las afirmaciones infundadas de Trump sobre su derrota en 2020.
También hablaron de la ayuda a Ucrania, una cuestión que ha provocado fisuras en el partido republicano.
Trump ha recuperado su impulso político en la derecha, mientras busca un sorprendente regreso a la presidencia en las elecciones de noviembre, y ejerce un férreo control en el Congreso.
Para Johnson, el viaje desde Washington para ver a Trump se produce mientras intenta salvarse de una rebelión en la extrema derecha de su partido, que amenaza con expulsarle del cargo.
Johnson, leal a Trump desde hace mucho tiempo, camina por la cuerda floja al tratar de equilibrar las demandas de los moderados de su partido y de los demócratas para aprobar proyectos de ley, incluida la ayuda a Ucrania.
El resultado hasta ahora ha sido en gran medida la parálisis en la Cámara de Representantes.
AFP