El pasado 2 de agosto, fecha en la que acontecieron los hechos que ahora se juzgan en el Tribunal Provincial de Koh Samui, Daniel Sancho marcó a sangre y fuego el, muy probablemente, día más esencial de su vida desde el de su nacimiento. Como eso ya es pasado, el acusado de asesinar a su amigo Edwin Arrieta tendrá otros dos días claves y presumiblemente muy cercanos en el tiempo. El primero será mañana, jueves 25 de abril de 2024, día donde declarará tratando de justificar lo que según muchos expertos parece injustificable: la no premeditación del asesinato que acabó con la vida de Arrieta. La otra fecha clave será cuando el juez dicte sentencia. Pero hasta que llegue ese momento centrémonos en las preguntas esenciales que Daniel Sancho debería justificar para evitar una sentencia que podría ser capital.
Por larazon.es
Una de las claves de este caso tiene que ver con la compra de los cuchillos anteriormente a la llegada de Edwin Arrieta. Mientras la policía asume que eso acreditaría la preparación de la escabechina, la defensa lleva meses asegurando que Daniel Sancho, en realidad, había viajado a Tailandia a recibir clases de cocina tailandesa además de para grabar videos destinados a su canal de YouTube. Que hiciera desaparecer todos aquellos cuchillos no le ayudará en demasía a demostrar su teoría cuando, además, uno de esos cuchillos, el de tipo sierra, no era para manipular alimentos, ya que se vende en las secciones de menaje de los almacenes.
Otro asunto engorroso es conocer por qué Sancho cambio de hotel si ya tenían una reserva hecha y pagada en otro establecimiento hotelero. Según el equipo de investigación de este caso, Daniel necesitaba otro lugar donde poder perpetrar su plan, que fuera independiente y que no tuviera habitaciones contiguas. Y esa villa, con jardín privado y piscina, cuando la parte trasera de la misma daba a un camino, ejercía esa función.
Al no haber autopsia –no se encontraron todas las partes del cuerpo– no ha quedado clara la causa de la muerte de Edwin, si esta fue tras la supuesta pelea entre ambos, al golpearse contra el bordillo del lavabo, o si cuando Sancho comenzó a descuartizarle el colombiano aún seguía vivo. Pero mientras se dilucida cómo pudo ser, la pregunta clara será saber por qué Sancho, si no era su intención matarlo, al verlo malherido, no llamó a una ambulancia y, sobre todo, por qué luego lo descuartizó diseminando sus partes entre varios contenedores de basura de la isla además de en el fondo del mar que, junto con la desaparición de los cuchillos, el móvil y el pasaporte de Arrieta, parecen dejar claro que Sancho quiso borrar pruebas.
Otra de las preguntas que pondrán al hijo del actor Rodolfo Sancho entre la espada y la pared es saber por qué acudió motu proprio a la comisaría de Koh Phangan a denunciar la desaparición de su amigo si ya sabía que estaba muerto y descuartizado. Porque además, se ha probado que tras despiezarlo y acudir a denunciar su desaparición, Sancho estuvo enviando mensajes al teléfono de Arrieta, mensajes dónde, preocupado, le preguntaba que dónde estaba.
Otra de las claves tiene que ver con la primera declaración que Sancho firmó y en la que reconocía el asesinato y todo lo demás. Según sus últimos abogados, y tras cambiar varias veces de letrados y estrategias, aquella declaración fue firmada con engaños de la policía y sin un abogado presente. Aunque donde sí quedó en evidencia fue, tras firmar aquella primera declaración y actuando ante docena y media de policías, cuando reconstruyó con todo lujo de detalles la supuesta pelea y cómo descuartizó el cuerpo de su amigo, video que ha dado la vuelta al mundo y donde se percibe una inusual sangre fría en el acusado, que interpretándose a sí mismo, causa buena parte de las preguntas que mañana tendrá que contestar.
Donde la declaración de Daniel Sancho se vivirá de manera dramática será en Colombia, y muy concretamente en la localidad de Lorica, ciudad que vio nacer y crecer al cirujano plástico colombiano Edwin Arrieta. Por parte de la defensa y tras Daniel Sancho, declararán, entre otros, su padre Rodolfo y Carmen Balfagón.
La expectación para mañana es máxima, incluso cuando el juez sigue prohibiendo que la prensa acuda a la sala y que los allí presentes puedan emitir comentarios sobre las vistas. A su vez, la electricidad ha regresado con el consentimiento de las autoridades que aseguran que el problema eléctrico ha quedado subsanado.