Si bien Bruce Willis se retiró de la industria del cine luego de ser diagnosticado con demencia frontotemporal en febrero del año pasado, su nombre sigue más presente que nunca. Esta vez fue Jerry Bruckheimer quien no solo recordó cuando coincidieron en el set de Armageddon, en 1998, sino que, además, reveló una anécdota que dejó al descubierto lo generoso que era el actor con sus compañeros. “Bruce es un buen tipo”, aseguró.
Por La Nación
En medio de la promoción de sus próximos proyectos, el legendario productor recordó en una entrevista que le concedió a la revista People un juego que Willis hacía cada viernes de rodaje. “Hacía sorteos. Ponía mucha plata como premio para que ganara quien ganara todos pudieran llevarse un extra al final de la semana”, repasó. Bruckheimer explicó además que el protagonista de Duro de matar siempre tuvo los pies sobre la tierra, que era muy amable con todos y que, pese a la gran fama que había alcanzado, nunca olvidó sus orígenes. “Bruce es un buen tipo”, agregó. “Fue muy generoso con el equipo y es un buen amigo”.
Dirigida por Michael Bay y protagonizada por Bruce Willis, Liv Tyler, Ben Affleck, Billy Bob Thornton y Owen Wilson, Armageddon cuenta la historia de un equipo especial que es enviado por la NASA al espacio con la misión de perforar un asteroide a punto de caer -y destruir- el planeta Tierra. La película, que costó 140 millones de dólares, recaudó más de 550 millones en todo el mundo, cifra que le permitió superar holgadamente a su competidora directa, la también exitosa Impacto profundo, estrenada en mayo de 1998 y también en torno a un amenazante asteroide.
Un éxito de taquilla
El film significó, además, el último gran papel de héroe de acción de Bruce Willis, quien al año siguiente sobresalió en Sexto sentido. También fue central en la carrera del resto de los actores: impulsó el futuro en la industria de jóvenes como Affleck, Tyler u Owen Wilson; reforzó la trayectoria de Steve Buscemi, Billy Bob Thornton o Peter Stormare y descubrió a Michael Clarke Duncan.
Un emotivo homenaje
La semana pasada, el elenco de la clásica película de los 90, Pulp Fiction, se reunió para celebrar los 30 años del estreno del film de Quentin Tarantino. Entre gestos de complicidad y recuerdos, Uma Thurman, John Travolta, Samuel L. Jackson, Rosanna Arquette y Harvey Keitel se reencontraron en el festival de cine de TCM, en Los Ángeles. Aunque no fue de la partida, Bruce Willis estuvo de alguna manera presente: tuvo dos representantes de lujo: su esposa, Emma Heming Willis y su hija Tallulah Willis, quien usó una gorra con el nombre de su papá bordado en el frente.
Luego de la alfombra roja, fue Arquette quien recordó con unas tiernas palabras al célebre actor. “El primer recuerdo que me viene a la cabeza de Bruce es muy anterior a que nos cruzáramos en Pulp Fiction y en Mi vecino, el asesino (2000). Lo recuerdo como el mejor camarero de la ciudad de Nueva York”, reveló, en una entrevista publicada por People antes de la proyección. Y explicó: “Él trabajaba en un lugar llamado Café Central al que iba todo el mundo, porque era el lugar que estaba de moda”. Sobre la impresión que le causó Willis en aquel momento, Arquette no se anduvo con rodeos: “Era y es un chico dulce y bueno”.
“Ese fue su último trabajo antes de que lo convocaran para protagonizar Luz de luna. Él nos atendía a todos. Todas las estrellas iban allí, desde Robert De Niro hasta Martin Scorsese. Fue una época hermosa”, rememoró. La actriz indicó que parte del éxito del local era la presencia de Willis. “Ya tenía ese encanto particular y ese inmenso carisma”, indicó.
“Inmediatamente después de eso, debutó en la televisión con Luz de luna (Moonlighting) y allí comenzó otra historia”, resumió. En Pulp Fiction, Arquette interpretó a Jody, la esposa del narcotraficante Lance (Eric Stolz) y Willis a Butch Collidge, un boxeador que traiciona al gánster Marsellus Wallace (Ving Rhames).
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