En España ya nos estamos preparando para los próximos eclipses para los que tendremos primera fila garantizada a partir del año que viene. Aun así, el eclipse del pasado 8 de abril todavía sigue dando que hablar (y seguirá) gracias a los estudios que se han realizado durante el mismo, pero también porque ya podemos hablar de uno de los regalos que nos ha hecho: la aparición sorpresa de un nuevo cometa.
Por larazon.es
Cualquier umbrófilo (amante de la sombra y por extensión apasionado de los eclipses), nos podrá decir que, pese a que el proceso es idéntico en todos los casos, la realidad es que no hay dos eclipses exactamente iguales. El clima, la actividad solar, nuestra ubicación exacta (incluyendo la altura), todo hace que la experiencia y lo que vemos sea único. Y lo mismo ocurre con lo que sucede cerca del Sol, desde las protuberancias y la corona blanca hasta la configuración de planetas brillantes… y tal vez, un nuevo cometa.
Si bien muchos planeaban intentar espiar el cometa 12P Pons-Brooks durante el periodo de total oscuridad, el astrónomo Karl Battams del Laboratorio de Investigación Naval de EE. UU. alertó sobre otra posibilidad: un nuevo cometa que roza el Sol, visto apenas unas horas antes. El cometa de la familia Kreutz fue visto por Worachate Boonplod desde el Observatorio Heliosférico Solar (SOHO), un equipo en conjunto de la NASA y la ESA. El SOHO está equipado con coronógrafos que cubren el Sol y que permiten ver el entorno solar cercano.
La misión se lanzó hace más de un cuarto de siglo, en 1995, y se encuentra a más de un millón y medio de kilómetros de distancia de la Tierra, mirando hacia el Sol. El cometa pronto recibió la designación formal de SOHO-5008, lo que significa que desde que está activa la misión SOHO este es el cometa 5008 que ha descubierto. La mayoría de estos hallazgos se produjeron gracias a los esfuerzos de dedicados detectives en línea que examinaron imágenes recientes de LASCO (siglas de Coronógrafo espectrométrico y de gran ángulo).
En ese momento, el cometa era un objeto débil, ubicado a solo unos pocos grados del Sol. Se trataba de un objetivo difícil de atrapar durante los fugaces minutos de totalidad, pero al menos dos astrofotógrafos lograron “congelarlo”: Lin Zixuan y Petr Horálek, del Instituto de Física de Opava Chequia (República Checa). Como en otros casos similares, el cometa desapareció de nuestra vista poco después de su descubrimiento (menos de 12 horas, de hecho).
Este tipo de descubrimiento en el que se unen SOHO, un eclipse y un cometa solo ha ocurrido dos veces: una en 2008 y otra en 2020. SOHO no fue diseñado per se para encontrar cometas, pero su prolífica naturaleza como cazador de cometas se ha convertido en una parte esencial del legado de la misión.