El cáncer es una enfermedad crónica que puede desarrollarse en diferentes partes del cuerpo. Se caracteriza porque algunas células se multiplican sin control y se diseminan a otras partes del organismo.
Por Semana
El Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos indica que en condiciones normales, las células humanas se forman y se multiplican (mediante un proceso que se llama división celular), para formar otras nuevas a medida que el cuerpo las necesita. Cuando estas envejecen o se dañan, mueren y las nuevas las reemplazan.
Sin embargo, hay ocasiones en las que el proceso no sigue este orden y las células anormales o dañadas se forman y se multiplican cuando no deberían. Es posible que formen tumores, que son bultos de tejido y pueden ser cancerosos (malignos) o no cancerosos (benignos).
Los especialistas explican que los cancerosos se diseminan (o invaden), los tejidos cercanos o en otras ocasiones viajan más lejos un proceso que se llama metástasis. En el caso de los benignos no se diseminan y cuando se extirpan no suelen volver, mientras que los tumores cancerosos a veces aparecen de nuevo.
Uno de los muchos tipos de cáncer que puede desarrollarse es el de próstata, el cual se origina cuando las células de esta glándula, que sólo tienen los hombres, comienzan a crecer sin control. La próstata está ubicada debajo de la vejiga y delante del recto (la última parte de los intestinos). Justo detrás de la próstata se encuentran las glándulas llamadas vesículas seminales, las cuales producen la mayor parte del líquido del semen, explica American Cancer Society.
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