El presidente de la Cámara de Comercio de Maturín, Julio Bathika, en compañía de un grupo de comerciantes del casco central, denunció la arremetida que ha emprendido la Superintendencia Municipal de Administración Tributaria (Suptrima) en los últimos meses.
Corresponsalía lapatilla.com
A su juicio, el ente recaudador de impuestos municipales viene realizando “cierres compulsivos” de establecimientos, a pesar de cumplir con todas sus obligaciones tributarias. En este sentido, lamentó que la necesidad expresada el año pasado y la expectativa por la creación de la Ley de Armonización Tributaria que iba a reducir los impuestos, no ha producido ningún resultado.
“Creo que la promoción de la actividad comercial es tarea fundamental, no solo de los empresarios, sino también necesitamos del gobierno local que nos apoye para desarrollar nuestras actividades. Vemos nosotros que en forma incisiva, con pocas razones y muchos deseos de sancionar, están o han estado incurriendo en la alcaldía de Maturín”, manifestó Bathika.
El representante de la Cámara de Comercio en la capital monaguense hizo un llamado a establecer un canal de comunicación con Suptrima, ente adscrito a la alcaldía chavista, para plantearles la situación, pues afirma que no puede continuar de la forma que se ha venido haciendo.
“Pareciera que cuando salen a supervisar a las empresas, simplemente lo que están es buscando excusas para sancionar, y yo creo que ese no debe ser el móvil ni la motivación que debe tener Suptrima. Nosotros estamos dispuestos a pagar, como hemos venido haciéndolo, pero no puede ser que por cualquier pretexto, por el incumplimiento de cualquier tontería, simplemente nos coloquen una excesiva multa y, por ende, después nos obligan a que si no pagamos, nos cierran”, precisó.
Agregó que cuando un comerciante es sancionado, solo otorgan cinco días para pagar la multa, y si por alguna razón se atrasa, deben cancelar un 30 % más y posteriormente otra sanción de 300 euros por mora que, de no pagarse, el comercio es cerrado.