“Esta casa es única y es simplemente lo que vos estabas buscando”, dicen los agentes de la inmobiliaria que tienen la complicada tarea de vender este inmueble particularmente extravagante. Es tan rara su disposición, tiene tantos artículos dando vueltas, está tan desordenada, que que enloquece con solo ver sus fotos. ¿Cuál es la historia detrás de esta insólita vivienda?
Por Clarín
Su valor es de 375.000 dólares y está ubicada en Louisville, en el estado de Kentucky (Estados Unidos), pero pasó por tantas transformaciones que ahora es una suerte de Frankenstein de ladrillos. En el exterior, la propiedad se parece a cualquier otra casa: es un edificio atractivo con mucho terreno, pero al ingresar aparecen las sorpresas.
Hay tantos pasillos, escaleras y habitaciones de distintos tamaños que perderse aquí dentro es muy sencillo. Lo que no será tan fácil para quien quiera comprarla es sacar las miles de cajas llenas de productos olvidados, que inundan cada rincón de la propiedad.
Construida en 1970, esta casa de casi 300 m2, tiene la gran mayoría de sus ambientes ubicados en la parte inferior, algo así como un sótano. Es que en su interior uno se encuentra con una especie de living, una amplia cocina con comedor diario, una espaciosa habitación, que incluye una cama matrimonial, un pequeño baño y una escalera que conduce hacia los más extraños laberintos.
La casa es muy grande, pero tiene tantos muebles, cajas, ropa y elementos de cualquier tipo desperdigados por cada ambiente, que sus habitaciones lucen al borde del colapso. También sorprenden los carteles luminosos de “Exit”, que indican la salida, como en los grandes edificios o salas de cine.
Recorriendo su historia se puede explicar algo de su inusual distribución. Es que en su pasado esta vivienda fue una oficina estatal, una iglesia, una escuela, una guardería de bebés y una “Home business”, algo así como una casa con oficinas para recibir empleados. De allí que en la parte superior se encuentre algo bastante similar a una casa y en la planta inferior aparezcan los pasillos, los cuartos plagados de papelería y los baños de gran tamaño.
Pero no solo eso se puede encontrar en esta casa tan particular. Al bajar la escalera y empezar a recorrer la planta inferior aparecen, una tras otra, todas las sorpresas. Para el lado izquierdo del “pasillo principal”, hay dos cuartos con camas individuales y un baño, que incluye inodoro y urinario. También hay un lavadero y un baño más, que en este caso cuenta con dos inodoros.
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