Como “una gran payasada que se burla del hambre de los trabajadores” fue calificado el “dichoso” aumento del bono de guerra, anunciado el pasado miércoles 1° de mayo por el gobierno de Nicolás Maduro.
Corresponsalía lapatilla.com
Esto lo dijo el presidente del Sindicato Unión Regional de Empleados Públicos del estado Anzoátegui (Urepanz), José Hurtado, quien agregó que el incremento de bonificaciones al final “se vuelve sal y agua”, porque no incide en el cálculo de prestaciones, vacaciones, etc.
“Se esperaba que el presidente de la república ayer diera un aumento de salario, el cual está por debajo de cuatro dólares al mes. Con esto tiene que sobrevivir el trabajador y su familia. Hubo un incremento en el bono de guerra, llevándolo a 90 dólares, pero esto no es salario, es pan para hoy y hambre para mañana”, expresó el dirigente sindical.
Insistió en que cuando al empleado le vayan a calcular bonos como el de fin de año, se hará en base a los 130 bolívares de sueldo mínimo.
Agregó que el impacto de esto se verá cuando los trabajadores reciban 390 bolívares o un poco más de 400 al momento de recibir los “aguinaldos”.
“Esto no cubre las necesidades del trabajador. No podemos seguir viviendo con salarios miserables y que no responden a la realidad económica del país”, aseveró.
Vale recordar que el ingreso mínimo integral quedó en 130 dólares, pues el bono de guerra se aumentó a 90$ y el cesta ticket se mantiene en 40$. Esto sumado a los 130 bolívares de sueldo, cuyo último incremento fue en marzo de 2022.
Para Hurtado, un aumento lógico sería llevar a 350 dólares el sueldo mínimo, pues “dentro de poco terminará de desaparecer la gasolina y el gasoil subsidiado, lo que llevará a un inevitable repunte de precios en todo”.