En 2018, João, un jubilado de 63 años, comenzó a notar una verruga en su pene.
Por BBC Mundo
“Empecé a visitar clínicas para saber qué era, pero todos los médicos me dijeron que era por exceso de piel y me recetaron medicamentos”, recuerda el hombre de 63 años.
A pesar de la medicación, la verruga siguió creciendo.
Esto comenzó a pasar factura al matrimonio y la vida sexual de João y su esposa. “Éramos como hermanos”, admite.
Por esa razón estaba decidido a descubrir qué estaba pasando.
Durante cinco años João (nombre ficticio) visitó numerosos especialistas que le recetaban más medicamentos y ordenaban nuevas biopsias. “Nada lo solucionó”, afirma.
Luego, en 2023, lograron obtener un diagnóstico: João tenía cáncer de pene.
“Para mi familia fue algo muy desagradable, más aún porque me tuvieron que amputar parte del pene. Me siento como si me hubieran decapitado”, afirma.
“Es un tipo de cáncer del que no se puede hablar con la gente porque podría convertirse en una broma”.
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