En su nuevo libro, Sebastian Grundberger, director de la Fundación Adenauer en Uruguay, critica el rol del Foro de Sao Paulo, el Grupo de Puebla, CLACSO y la Alianza Progresista de Estados Unidos en el deterioro a la democracia de la región.
“La izquierda moderada contribuye al avance del autoritarismo en América Latina al formar parte de redes transnacionales que sustentan las dictaduras”, afirma Grundberger.
“A la izquierda progresistas no reprocho su progresismo, sino que se están aliando en espacios que apoyan a dictaduras”, expresó Sebastian Grundberger, jefe del Programa Regional de Apoyo a los Partidos Políticos y la Democracia en América Latina y la Oficina de Uruguay de la Fundación Konrad Adenauer.
“Su tribalismo de pertenecer a una izquierda sobrepasa a su conocimiento de que son dictaduras. Esto también en la derecha con Nayib Bukele (en El Salvador), puedo decir que tiene éxitos en seguridad, pero como demócrata no puedo apoyar una dictadura ya sea tenga problemas o éxitos”, continuó.
Grundberger dio estas declaraciones en la presentación de su libro “La galaxia rosa: Cómo el Foro de São Paulo, el Grupo de Puebla y sus aliados internacionales socavan la democracia en América Latina”, promovida de forma virtual el 24 de abril por la organización Gobierno y Diálogo Político (GAPAC).
Grupo de Pueblo no promueve democracia
Para Grundberger, “aquellos que se llaman progresistas son demócratas, liberales; es una tendencia (política), pero el Grupo de Puebla no es progresista, porque son autoritarios. “como organización sirve a la causa autoritaria, sirven a proteger dictaduras y a las narrativas rusas y chinas”, agregó.
En su libro, Grundberger describe el papel de varios actores de la izquierda en América Latina como son el Grupo de Puebla, Foro de Sao Paulo y el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO).
Por otro lado, también tienen países aliados como China, Rusia e incluso Irán, lo cual es contradictorio, porque entre estos grupos hay feministas que hablan en Russia Today o aparecen en la televisión iraní, el primero con una política conservadora y el segundo donde literalmente apedrean a las mujeres.
Estas relaciones son “oportunismo puro. En el fondo, es el poder, el dinero, la dominación y compartir con aliados un interés particular: debilitar a Estados Unidos. No tengo otra explicación”, dijo el autor.
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