A pesar de que hay signos que revelan distención entre nuestro gobierno y los poderes del mundo, como por ejemplo el plácet que el Vaticano le acaba de otorgar al nuevo embajador venezolano… la pugna internacional sigue y escala.
Estados Unidos en un gesto de apoyo envió dos aviones F18, seguramente salidos de Panamá o Puerto Rico, a volar sobre los solitarios cielos de Guyana… o más bien los que cubren la margen occidental del Esequibo.
A ese gesto realmente innecesario le siguió la respuesta venezolana que siguió la tradición de un país cuyas tropas en otros tiempos… que por lo pronto no volverán… llegaron al Alto Perú hoy Bolivia.
Poco faltó para que el canciller Gil contestara con un “a ver si me quitas esta paja míster Biden”… lo cual tampoco ayuda a llegar a acuerdos más allá de la bobería del canto a la bandera que se firmó en Barbados.
Y quienes perdemos con esta guerrita de comunicados y gestos… somos los venezolanos que vivimos en nuestro país porque a los que se marcharon los afectan otras realidades… como la posibilidad de que estalle una guerra nuclear ya sea en el cercano Oriente o en Ucrania.
La principal pérdida es económica toda vez que cuando el mundo se prepara para lo peor… buscando uniones con países cercanos… Venezuela sancionada y presa del lenguaje camorrero que priva en el país… no puede lograr nada concreto salvo lo que consiguen pequeños países que aprovechan para sangrarnos.
Estas provocaciones del gobierno Biden deberían ser contestadas por los venezolanos en general… que sin caer en el lenguaje camorrero del gobierno… tenemos el deber de decirle no al presidente Biden.
Y decirle no tampoco significa romper con el norte porque hay varias formas de decirlo sin tener que claudicar principios… si los hay.
Una y hay muchas más, es reconocer que más allá de nuestros derechos heredados del imperio español que fue el primero en apropiarse del territorio al este del Esequibo… nosotros no necesitamos tierras por los momentos… pero si negociar con Guyana el saque del petróleo en el territorio bajo reclamación.
Lo cual es una variante a la posición del gobierno del presidente Nicolás Maduro… pero es una variante patriota.
Patriota a diferencia de los silencios que para la historia quedarán como testimonio de la peor caída del liderato político venezolano.