Acoso a docentes y precario ambiente son el legado del chavismo en escuela Ramón Ignacio Méndez de Barinas

Acoso a docentes y precario ambiente son el legado del chavismo en escuela Ramón Ignacio Méndez de Barinas

Acoso a docentes y precario ambiente son el legado del chavismo en escuela Ramón Ignacio Méndez de Barinas

 

Apagones, aulas de clases a oscuras, baja calidad de alimentación y acoso al personal docente, es lo que impuso el chavismo en la escuela Ramón Ignacio Méndez de Barinas a través de los órganos del sistema educativo, denunciaron afectados y sindicatos, este martes 14 de mayo.

Corresponsalía lapatilla.com





Aparte de las acciones emprendidas por representantes del Centro de Desarrollo de la Calidad Educativa, antigua Zona Educativa, quienes de forma arbitraria designaron un nuevo director, el 26 de abril durante una asamblea de docentes fue interrumpida por el funcionario Dean Colmenares, de quien presumen realizó una denuncia contra los que estaban reunidos y hubo policías armados que ingresaron a la institución, según Denis Gutiérrez.

La nueva directora al no ser aceptada por la comunidad educativa de esta escuela, ha creado zozobra, persecución, acoso y perturbación en las actividades, denunció Gutiérrez.

Xiomara Morillo, presidenta de Sinvema, refirió que el trato hostil de la directora quedó demostrado al no permitir el ingreso de las organizaciones sindicales de educación, quienes fueron testigos de que desde las 9:00 de la mañana no hubo electricidad y así mantuvieron a los alumnos en clases.

“No se les está dando un programa de alimentación con todos los elementos nutricionales”, por lo que Morillo hizo una recomendación al Consejo Municipal de Protección de Niño, Niña y Adolescente, de exigir a Corpoelec un servicio de calidad para los alumnos y no visitar la escuela solo para ver qué pasa con los docentes. “Eso es acoso”.

La sindicalista defendió a los docentes por estar garantizando la educación en esta escuela, pese a las imposiciones, un salario de hambre, sin beneficios y con una contratación colectiva que no ha querido firmar la ministra Yelitze Santaella.