El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, sigue este domingo “de cerca” las informaciones relacionadas con el accidente del helicóptero en el que viajaba el mandatario de Irán, Ebrahim Raisí, y que se encuentra en paradero desconocido tras realizar un aterrizaje forzoso en el noroeste del país asiático.
El ministro venezolano de Relaciones Exteriores, Yván Gil, indicó en X que Maduro “está siguiendo de cerca los acontecimientos” a través de “las informaciones oficiales que se han emitido desde este hermano país”.
“El pueblo y el Gobierno bolivariano se mantienen en oración para que los equipos de rescate logren pronto devolver a casa, sanos y salvos, a todos los ocupantes de la aeronave presidencial iraní”, expresó el canciller.
Las autoridades iraníes han mantenido contacto en varias ocasiones con dos pasajeros del helicóptero -uno de los tripulantes y un miembro del personal de vuelo-, según dijo a la televisión estatal el vicepresidente, Mohsen Mansouri, quien no especificó cuando se mantuvieron esas comunicaciones.
“Esto demuestra que la gravedad del accidente no ha sido muy alta, ya que dos personas que estaban en este helicóptero se han comunicado en varias ocasiones”, añadió el político.
Mansouri indicó que tres helicópteros partieron de Tabriz, capital de la provincia de Azerbaiyán Oriental, a las 13:00 hora local (11.30 GMT) y unos 30 minutos después se perdió el contacto con el aparato en el que viajaba Raisí.
Junto con el presidente viajaban el ministro de Exteriores, Hosein Amir Abdolahian, el gobernador de Azerbaiyán Oriental, Malik Rahmati, y el líder de los rezos del viernes de Tabriz, Mohammad Ali Ale-Hashem.
Tras la perdida del contacto se puso en marcha un amplio dispositivo que ya cuenta con al menos 65 equipos de rescate, pero las operaciones se han visto afectadas por el mal tiempo, la lluvia y la densa niebla en la montañosa zona donde se produjo el incidente, cuando ya ha oscurecido en Irán, informó la Media Luna Roja.
Raisí había inaugurado este domingo una presa junto con su homólogo azerbaiyano, Ilham Alíev, en la frontera entre los dos países, un proyecto que los mandatarios calificaron como un paso adelante en las relaciones bilaterales.
EFE