¿Alguna vez escucharon hablar del “World Cinema Project”? Una organización fundada por Martin Scorsese que busca restaurar el cine abandonado, películas que Hollywood ignora, pero que conforman el legado cultural de países de habla no inglesa como Argentina, México o Brasil, que fueron beneficiadas con la ONG.
Por Infobae
Esta es una de las incontables demostraciones de respeto y amor que el creador de Taxi Driver y El lobo de Wall Street le ha dedicado a la industria cinematográfica mundial. Por décadas, el 12 veces nominado al Oscar ha levantado su voz en contra de los críticos estadounidenses que menosprecian las producciones “extranjeras”, debido a que les parece “inaccesible” o “difíciles de entender” dadas las diferencias culturales y la barrera del idioma.
“Cuando el mundo está fragmentado en grupos de intolerancia, ignorancia y odio, las películas son una herramienta poderosa para formar el conocimiento. Es la diversidad la que garantiza nuestra supervivencia cultural. La diversidad de ideas, de visiones, de experiencias y de historias”, escribió el cineasta en una carta publicada por The New York Times en 1993.
Por estas razones, cuando en 2006 conversó con el joven cineasta, Colin Levy, y este se mostró entusiasmado por los grandes filmes de directores cuyos nombres le eran completamente ajenos y hasta impronunciables, Scorsese se emocionó tanto que habló sin parar.
“Me tomó en serio, o al menos me convenció de eso. Prácticamente mantuve la boca cerrada”, relató Levy, quien abrumado por tanta información, llegó a su casa y una semana después, en una tarjeta de agradecimiento, le pidió de favor que lo ayudará “por dónde empezar” para introducirse al “cine extranjero”.
Para leer la nota completa, aquí