Sólo a través de sus hábiles manos y sus agudos ojos, el mundo puede echar un vistazo a la sala del tribunal donde se lleva a cabo el juicio a puerta cerrada de Donald Trump.
Por BBC
Con las cámaras prohibidas durante el proceso, los ilustradores han sido esenciales para mostrar algo de lo que es el primer juicio penal a un expresidente de Estados Unidos.
Después de varias semanas, casi 20 testimonios, cientos de documentos y hasta declaraciones de contenido sexual explícito, la causa está en la recta final.
El jurado deliberará pronto para dar su veredicto en el caso del pago de dinero a la estrella de cine para adultos Stormy Daniels.
Instalados todos los días en la tercera fila de la sala del tribunal, los ilustradores traen sus suministros -pasteles al óleo, lápices, carboncillos, papel para técnicas mixtas y cojines de asiento- para ver horas de testimonios y argumentos en la sala.
“Es Trump, así que nunca en mi vida había visto tanta cobertura mediática. He cubierto casos de alto perfil, que son los únicos para los que contratan dibujantes, pero ahora todos los días medios de todo el mundo usan mis bocetos”, dijo Jane Rosenberg, una artista que cubre el juicio.
BBC News habló con Rosenberg y Elizabeth Williams, ilustradoras en tribunales desde la década de 1980, quienes han asistido cada día al juicio de Trump.
A lo largo de sus dilatadas carreras han participado en todo tipo de juicios, incluidos los de los mafiosos de Nueva York o el de la empresaria y presentadora de televisión Martha Stewart.
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