Se despierta de nuevo el interés en inversionistas internacionales en el negocio petrolero en Venezuela.
El solo anuncio de la decisión de la administración Biden, de analizar el otorgamiento de nuevas licencias y de extender las existentes, ha despertado el interés en inversionistas de diversas actividades y petroleras, de diferentes partes del mundo. Se han anunciado 50 solicitudes.
La mayoría de las empresas interesadas son de mediano tamaño.
Esto se debe a que las grandes empresas petroleras, entre otras Exxon y Conoco, fueron nacionalizadas, por no aceptar el cambio de las condiciones originales de contratación, y mantienen juicios, contra la Nación por sus inversiones nacionalizadas.
Otras como Total, Equinor, Rosneft y Gazprom, se fueron o disminuyeron su interés.
Chevron, Repsol, ENI y Morell & Prom,(con campo adquirido de Shell), no sólo siguen en el país, sino que han comenzado la planificación y ejecución de nuevas inversiones.
En el caso de ENI y Repsol, en Cardón IV, y mejoras al gasoducto Antonio Ricaurte de la Goajira colombiana a Maracaibo de 224.4 Kms, que se alimenta del gas del campo Ballena Chuchupa, que fue descubierto por la Texaco (hoy Chevron).
Shell, ya está iniciando sus estudios para el yacimiento de Dragon, en Paria.
Chevron, con perforación en nuevos pozos en la Faja y con la reciente parada para el mantenimiento mayor del mejorador de PetroPiar, en la cual utilizaron 1.000 trabajadores.
Una de esas empresas en lista de espera, para la aprobación tanto en USA, como en Venezuela, es Amos Global Energy, liderada por Ali Moshiri, Ex Pte de Chevron en Venezuela, negociador con el gobierno venezolano, para la permanencia de Chevron en el país y en la negociación de la construcción del mencionado, gasoducto colombo-venezolano, el cual fue inaugurado el 12 octubre 2007.
Amos Global Energy a través de sus vehículos de inversión Amos Global Energy Management LLC (AGE) and Gramercy Funds Management LLC (Gramercy), negocia la compra de los derechos de explotación de Petro Güiria y Petro Paria a las empresas Inapetrol, S.A., una subsidiaria de la venezolana Inelectra S.A., y a la China Sinopec, de su participación en dichos campos de petróleo y gas en el Golfo de Paria.
Como es bien conocido, el negocio petrolero es intensivo en capital, con poca creación de empleo directo, pero con un efecto multiplicador en la economía e importantes ingresos para el Estado.
Es evidente que la caída en la producción es consecuencia de la falta de inversión y las sanciones.
Se presenta la oportunidad de reactivar el negocio petrolero, con nuevas y variadas empresas medianas, que puedan asumir, desarrollar y reactivar decenas de campos petroleros existentes en el País.
Es de resaltar que USA, produce más de 13 millones de barriles diarios, gracias a cientos de empresas pequeñas y medianas.
El gobierno debe aprovechar este renovado interés y decidir prontamente, las aprobaciones que le correspondan.
*ExPte Fedecámaras, Consecomercio y Cámara Petrolera de Venezuela.
@eromeronava